En el estado Lara y en Venezuela en general existen miles de personas que, a diario, buscan la manera de emprender, y a través de ello, brindarle ayuda a quien lo necesite o simplemente generar una nueva fuente de ingresos, haciéndole frente a las distintas dificultades y demostrando que el venezolano no sucumbe ante ellas.

Tal es el caso de Bertha Salazar, maracucha de nacimiento pero larense de corazón, así se autodefine. Bertha es de profesión docente y tiempo después decidió estudiar derecho en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde obtuvo su título como abogado; cuenta con una familia conformada por sus dos hijos y su esposo Pedro, y juntos levantaron un Frente Textil llamado “PeyBer”.

“Esta muchachita va a ser costurera”, trae a su memoria una frase que le repitió su madre en muchas oportunidades; comentó que desde niña tenía esa inquietud y por tal motivo, a los 11 años la mamá tomó la decisión de inscribirla para que diera inicio a sus estudios de costura, “nunca imaginé que esta fuese mi verdadera pasión y ella me la descubrió”, resaltó con emotividad.

Cuenta Bertha Salazar que antes de montar la empresa familiar, pasaron por momentos bastantes difíciles, pues fueron saqueados durante el caracazo, “vivimos tiempos duros, somos ejemplo de ello porque venimos de ese sufrimiento”, destacó que fue a los 40 años que emprendieron el negocio textil, “no hay momento para realizar los sueños de una persona”, enfatizó la docente.

Respecto a la textilera, la madre de familia contó que es una figura  socio-productiva, en la cual diariamente buscan la manera de innovar, así como formas para bajar costos, “siempre nos preguntamos qué podemos hacer para llevar al pueblo una prenda confeccionada con calidad y a precios accesibles; sí hay formas, debemos tener voluntad venezolana”, expresó con entusiasmo, agregando que es el único país que poseen los venezolanos y deben luchar por él a través del trabajo.

Transferencia de conocimientos

Una característica particular que lleva consigo la empresa de confecciones es que se encuentra ubicada en las instalaciones del Parque Viviendo Hugo Chávez 001, en el centro de la ciudad de Barquisimeto, destacando que anteriormente el espacio donde se encontraban fue quedando pequeño para la cantidad de trabajo que estaban realizando; fue así como el lugar actual fue cedido gracias a la actividad productiva que lleva a cabo el grupo familiar.

Como muestra de agradecimiento, la señora Bertha comenzó a impartir talleres sabatinos para los habitantes del viviendo que desean adquirir nuevos conocimientos y buscar maneras de emprender, “muchas de mis alumnas son mi apoyo, algunas ya saben perfectamente cómo confeccionar una chemise escolar. ¡Qué bendición es esa!”, exclamó Salazar, en referencia a que a través de esta acción pueden beneficiar a alguien que lo necesite o generar ingresos de ella.

Asimismo, las clases son completamente gratis y enseñan de forma integral a las personas que asisten, de manera que ellos puedan, quizás en un futuro, transferir esos nuevos conocimientos a otras personas, “es parte de lo que se está haciendo, que ellos puedan realizar la prenda en su totalidad y no por partes, que tengan un aprendizaje completo”, manifestó.

Más espacios socio-productivos

Hace exactamente dos años se inauguró el Parque Viviendo Hugo Chávez 001, en el mismo hacen vida 64 familias con ganas de emprender y salir adelante pese a las distintas dificultades. Como la textilera de la señora Bertha Sánchez, hay otros espacios socio-productivos desde donde se  construye el socialismo.

En tal sentido, el viviendo cuenta con espacios como la distribuidora de pan, Café Venezuela, papelería, la Casa de Alimentación inaugurada recientemente, una lavandería y una peluquería. “Hacemos un llamado a todos los demás viviendos venezolanos, a que sigan esta metodología de trabajo”, manifestó Eberth Escalona, encargado del área socio-productiva.

Pueblo recibe las herramientas

Por su parte, Marbis Monjes, habitante del viviendo y alumna del curso comentó, “somos la primera cohorte del taller, aquí recibimos las herramientas para combatir la guerra económica”, resaltó que allí adquieren conocimientos para que ellos mismos puedan fabricar los uniformes escolares de sus hijos, vecinos y familiares, “tenemos la experiencia de la señora Bertha y su familia”, acotó Monjes.

Por último, la habitante aprovechó la ocasión para enviar una invitación al resto de los compañeros a que se sumen a la hermosa labor de producir y emprender, “el Poder Popular debe integrarse a la producción a través de sus habilidades. Nos hemos dado cuenta que tenemos un talento y lo estamos fortaleciendo”, finalizó.

María Fernanda Sosa