Yuca y platano dominan el difícil y deficiente menú de algunos barquisimetanos

“En mi casa solo comemos carne una vez al mes y porque mi papa trabaja en Porcinos del Alba” soltó con voz entrecortada Alba Mujica en el desolado patio de su casa al oeste de Barquisimeto. Así de cruda esta la alimentación de muchos barquisimetanos en las barriadas visitadas por el equipo reporteril de Noticias Barquisimeto.

Los larenses han vivido etapas duras para cubrir su alimentación y ahora comer tres veces al día es un dilema en muchos de los hogares de zinc de la parroquia Juan de Villegas. “Salgo a trabajar y no me llevo la vianda para poder dejarle el almuerzo a mis hijos y a mi mamá” explica José Caraballo.

La problemática en la entrega de las bolsas CLAP al inicio de año desarrolló a mayor escala la mala alimentación de los barquisimetanos. “Cuando me llegaba la bolsa, preparaba mis buenas papas hasta para ir a trabajar” exclamó Caraballo, quien confesó que sin la llegada del programa social solo come vegetales y algunas veces granos.

“El déficit nutricional en el país no muestra signos de mejora” analizó Maritza Landaeta, investigadora de la Fundación Bengoa. “El histórico que hemos llevado hasta ahora nos indica que cada día se complica más el déficit nutricional en el país, porque no hemos visto que se hayan tomado las medidas para resolver el grave problema alimentario. Es ya una situación de hambre crónica”

“Una persona con solo dos comidas diarias es imposible que cubra el requerimiento calórico. Está perdiendo no solo peso, sino grasa y masa muscular” explicó la especialista en una entrevista a El Nacional.

Constatamos cada uno de los almuerzos de los habitantes del norte de la ciudad. La yuca, los platanos y los llamados frijoles chinos dominaron en los platos que no veían las carnes.

Yuca con caraotas, platano con vegetales y en tres oportunidades vimos pasta con poca carne. “Cuando me llega el CLAP invierto mi dinero en carne para darme este lujo” dijo Francisco López.

Otra de las constantes en los hogares visitados fue la ausencia de los jugos durante las comidas, ahora la mesa acompaña los platos con un vaso de agua. “Las pocas veces que compró azucar es para el cafe de las mañanas” afirmó Barbara Cortez.