Sánchez define su nuevo Gobierno como de “alto perfil político” con el objetivo de la estabilidad

Pedro Sánchez, consciente de la complejidad de la legislatura a la que se enfrenta –la cuarta en algo más de cinco años, incluyendo la fallida de 2019–, nombró este lunes un nuevo Gobierno que él mismo definió como de “alto perfil político” y al que marcó el principal objetivo: “dotar de estabilidad al país”.

La formación de este nuevo Gobierno ha estado enmarcada en un clima de fuerte descontento social por haber conformado la mayoría parlamentaria que permitió el pasado jueves su investidura en unos pactos con partidos independentistas que incluyen una ley de amnistía, que ha provocado masivas manifestaciones desde que se conoció el pacto con Junts en Bruselas y pactado con su líder, el prófugo de la Justicia y ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Para definirlo, Sánchez también uso otros adjetivos: “feminista” y “continuista”. Ciertamente, el Gobierno mantiene 22 ministerios (el mismo número que en la legislatura pasada) con doce mujeres y diez hombres al frente de cada cartera. Incluso sumando al presidente, habrá más mujeres que hombres en el Consejo de Ministros. Y las cuatro vicepresidencias también estarán ocupadas por féminas.

Y es continuista porque mantiene intacto, y en algunos casos reforzados, el núcleo duro del Ejecutivo que ha sorteado con victorias parlamentarias cada derrota en el ciclo electoral, que al final es lo que cuenta para poder gobernar. En palabras de Sánchez, será “continuista en lo económico y también en los ministerios llamados de Estado“.

“Un equipo de alto perfil político para una legislatura de alto perfil político”, afirmó Sánchez en una comparecencia sin preguntas en el Palacio de la Moncla. Un equipo que, dijo, integran “personas capaces de gestionar, pero también de llegar a acuerdos y de explicarlos públicamente“.

Para el presidente, se trata de un nuevo Ejecutivo de coalición, que emprende una nueva etapa con “más determinación, ganas y entusiasmo que nunca“, sostuvo.

Tras enumerar las 22 personas y sus respectivas carteras, cinco de las cuales pertenecen a la cuota que tendrá Sumar y de las que se excluye a Podemos, Sánchez quiso resaltar la “solvencia” y la “solidez de las carreras políticas” de sus integrantes, una “mezcla de madurez con juventud” y que combina “renovación con permanencia” que ha formulado para atender los retos de “transformación” que enfrenta España, al igual que Europa y el mundo.

Sostuvo Sánchez que su Gobierno va a priorizar las políticas sociales, y citó en particular la vivienda, que vuelve a adquirir rango de Ministerio, así como las políticas para la infancia y juventud, cartera de nueva creación, que citó como “nuevas prioridades” en coherencia con el programa de Gobierno que dijo que defendió en su investidura. Junto a ellas citó también al ministerio de Transformación Digital, que se desgaja de Asuntos Económicos y encarna José Luis Escrivá, en un movimiento que puede interpretarse en clave sucesoria en caso de que la vicepresidenta Nadia Calviño tenga que dejar el Gabinete si triunfa su candidatura para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Así, se ha referido a la creación de nuevos ministerios como el de Vivienda y Agenda Urbana, el de transformación Digital y el de Juventud e Infancia.

También priorizará, según afirmó Sánchez, que no nombró en ningún momento la amnistía que ha prometido a Junts y ERC para poder ser investido de nuevo, el diálogo y la negociación, porque cree que ésta será una legislatura en la que va a ser “clave la cohesión social y territorial de España“. Lo más que llegó a citar fue lo que denomina la “agenda del reencuentro”.

Aseguro que, por eso, ha elegido a ministros que tienen trayectorias forjadas en aspectos que aportan un enfoque integrador de los distintos niveles de la administración y también de la diversidad territorial de España.

Insistió en la idea de que, para materializar los objetivos, el primero el de la estabilidad, cuenta “con un equipo a la altura, un equipo de alto perfil político, un Gobierno solvente, un Gobierno sólido para ofrecer seguridad en un país, en una Europa, en un mundo agitados por grandes transformaciones y desafíos”.

Y es que Sánchez admitió que aún “queda mucho por hacer” y que esa agenda de transformaciones “debe ampliarse, consolidarse y culminar un proyecto de país basado en el avance social, la convivencia, la estabilidad institucional y el diálogo entre diferentes”.

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Agregó que para hacer frente a los retos que tiene España, ha configurado un con Gobierno que tiene la “responsabilidad de darles respuesta desde los valores progresistas y atendiendo las prioridades que marcó en su discurso de investidura”.

Sánchez también tuvo palabras de agradecimiento para los ministros que salen del Ejecutivo, y de los que valoró que “han tenido que estar al frente de sus respectivos departamentos en momentos muy difíciles por la crisis provocada por la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania”.

Con información de Globovisión