Desde hace mucho tiempo en todas las familias existe la costumbre de heredar los consejos de las abuelas y por lo general son recetas caseras que de una u otra manera aunque parezca sorprendente funcionan.
Remedios como la ruda con aceite de oliva para los ronquidos, la sábila con cebolla y miel para la tos, la pasta de diente si te has quemado, el aguacate para nutrir el cabello, colocarse embaces de refresco llenos de agua caliente en los pies si tienes dolores menstruales y la forma de quitar el chicle del cabello con keroseno, son solo algunos de la consejos que en muchas familias han sido heredados de generación en generación.
En Venezuela esta costumbre de aconsejar a los demás si los ves en un necesidad es algo común, en ocasiones en una parada de autobús si alguien ve a otro con gripe le aconseja tomarse un guarapo (té) de malojillo una planta medicinal muy conocida por su capacidad para desintoxicar, cuidar la piel y aliviar trastornos respiratorios o si quieres limpiarte por dentro algún vecino que te aconseje tomar un vaso de mapurite tampoco es una sorpresa.
Y todas estas recetas vienen de cada familia venezolana como una tradición que siempre ponemos en práctica y es algo que nos hace recordar a aquel familiar que tanto amamos.
