La violencia de los jugadores y cuerpo técnico de Minasoro en el partido que empató 1-1 el domingo ante Caracas en el cuadrangular de ascenso de la tercera división disputado en la Cocodrilos Sport Park, provocó el repudio de la dirigencia del fútbol nacional.
La sentencia de una falta indirecta en el área de Minasoro que derivó en el tanto de la igualdad del Caracas en el minuto 90+5, desató la furia de la plantilla del cuadro guayanés. Varios jugadores se le fueron encima al árbitro Grégory González y a sus asintentes. El juez principal se llevó la peor parte. Fue correteado por la cancha, recibió golpes y patadas brutales en el cuerpo y la cabeza, cuando se encontraba noqueado en la grama.
La directiva de Minasoro condenó la violencia de sus jugadores en un comunicado oficial y aseguró que “tomará las acciones necesarias tanto en materia administrativa como disciplinaria”, pero al mismo tiempo matizó la violencia de su plantilla acusando a González de realizar un “nefasto arbitraje”. La directiva del Caracas también condenó los hechos y aseguró en un comunicado que cumplió con las normas de seguridad. A Minasoros y sus jugadores les espera una dura sanción.
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