Marcelo Bielsa fue destituido por el Leeds el domingo por la mañana, tras una racha en la que su equipo, en apuros, sumó un punto y recibió 21 goles en seis partidos de la Premier League. Su sustituto será nombrado el lunes, y el entrenador estadounidense Jesse Marsch es el gran favorito.
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Ningún club de la primera división ha encajado más goles que el Leeds (60), y la derrota del sábado ante el Tottenham (4-0) en Elland Road fue la gota que colmó el vaso para un entrenador que se encuentra en un terreno inestable tras el 6-0 del miércoles en Liverpool.
El argentino transformó la suerte del Leeds tras su nombramiento en junio de 2018, llevando al club de vuelta a la Premier League tras un exilio de 16 años en la máxima categoría y consiguiendo un meritorio noveno puesto el pasado mes de mayo.
Esta temporada, sin embargo, la intensidad ofensiva del equipo no se mantuvo y una defensa vulnerable se hizo aún más frágil.
A pesar de que el grueso de la afición del Leeds se mantuvo fiel al querido entrenador Bielsa, la amenaza del descenso llegó a tal punto que el presidente, Andrea Radrizzani, sintió que debía actuar.
“Esta ha sido la decisión más difícil que he tenido que tomar durante mi mandato en el Leeds United, teniendo en cuenta todo el éxito que Marcelo ha tenido en el club”, dijo Radrizzani. “Con Marcelo como entrenador principal, hicimos tres campañas increíbles y los buenos tiempos volvieron a Elland Road. Cambió la cultura del club y nos trajo a todos una mentalidad ganadora”.
“Sin embargo, tengo que actuar en el mejor interés del club y creo que ahora es necesario un cambio para asegurar nuestra situación en la Premier League. Los resultados y el rendimiento recientes no han respondido a nuestras expectativas.
“Nos encontramos en una posición precaria en la liga y creo que ahora es el momento adecuado para traer un nuevo entrenador, con el fin de tener un impacto en la etapa decisiva de la temporada”.
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