El Betis viaja el jueves al campo del Valencia en la vuelta de la semifinales de la Copa del Rey en busca de un billete a una final que este año se jugará en su estadio Benito Villamarín.
El empate 2-2 en la ida dejó la eliminatoria abierta, aunque el equipo ‘che’ parte con una pequeña ventaja de sus dos goles fuera de casa que le darían el pase en caso de un 0-0 o un 1-1.
El Betis, tras vencer 2-0 el fin de semana al Valladolid en Liga, acude a esta cita con ganas de seguir ganando y mantenerse en una segunda competición, tras su dolorosa eliminación de la Liga Europa la pasada semana.
“En Europa League ya estamos eliminados, pero en la Copa hemos avanzado mucho”, advertía tras el partido contra Valladolid el técnico bético Quique Setién.
“Somos un equipo fuerte y esta victoria nos permite seguir ahí y afrontar el jueves el partido de Copa con la máxima ilusión y luego el del Getafe. Queda un esprint final muy importante, muy bonito para todos”, aseguró.
El equipo verdiblanco no ha vuelto a jugar una final de Copa del Rey desde 2005 cuando también levantó el trofeo al imponerse 2-1 a Osasuna.
