Audiencia General | Papa Francisco: “La persona que reza experimenta: distracción, sequedad y acedia”

El Santo Padre presidió la Audiencia General, este miércoles en el Patio de San Dámaso del Vaticano, y reflexionó sobre las distracciones, la sequedad y la acedia en la oración, siguiendo la pauta del Catecismo de la Iglesia Católica

Desde el patio de San Dámaso en el Vaticano

Vaticano | Desde el patio de San Dámaso, el Sumo Pontífice reflexionó sobre algunas de las dificultades que se encuentran cuando se ora; en particular, siguiendo la pauta del Catecismo de la Iglesia Católica, se centró en la distracción, la sequedad y la acedia. Y recordó que “protestar ante Dios” es también “una forma de rezar”, pues es una manera del hijo de relacionarse con su padre.

Papa Francisco

La Distracción

Rezar no es fácil, comenzó diciendo el Papa Francisco, pues “hay muchas dificultades que surgen en la oración” y debemos conocerlas, individualizarlas y superarlas. El primer problema que se le presenta a quien reza, es la “distracción”.

En este sentido, señaló: “Empiezas a rezar y entonces tu mente da vueltas, da vueltas por todo el mundo. La oración convive a menudo con la distracción. De hecho, a la mente humana le cuesta detenerse durante mucho tiempo en un solo pensamiento. Todos experimentamos este constante torbellino de imágenes e ilusiones en continuo movimiento, que nos acompaña incluso durante el sueño. Y todos sabemos que no es bueno seguir esta inclinación desordenada”. 

En la oración, dijo el Santo Padre, que cuando caemos en la cuenta de nuestras distracciones, lo que nos ayuda a combatirlas es ofrecer con humildad el corazón al Señor para que lo purifique y lo vuelva a centrar en Él. 

La Audiencia General se realizó con presencia de fieles

La Sequedad

Otra dificultad es la “sequedad”, que puede depender de nosotros mismos, o también de Dios, que permite ciertas situaciones exteriores o interiores. Incluso “un dolor de cabeza o una dolencia hepática” impide entrar en la oración, y a menudo “no sabemos realmente la razón”. Pero la sequedad “nos hace pensar en el Viernes Santo, en la noche y en el Sábado Santo”, cuando “Jesús no está, está en el sepulcro; Jesús está muerto”, y “estamos solos”: este es “el tiempo de la desolación y de la fe más pura, porque se mantiene firme junto a Jesús”, afirmó el Pontífice. 

Leer también: Santo del Día | Ivo: «El Abogado Santo»

Para que entre la luz del Señor, “el corazón debe estar abierto y luminoso”, indicó el Santo Padre, animando a esperar esa luz “con esperanza” y sin “encerrarla en lo gris”. 

Los asistentes cumpliendo las medidas sanitarias por el Covid-19

La Acedia

La “acedia” es la tercera dificultad que encontramos en la oración: es un “defecto”, dijo el Papa Francisco, “otro vicio”, y constituye “una verdadera tentación” contra la oración y contra la vida cristiana.  Se trata, tal como enseña el Catecismo, de “una forma de aspereza o de desabrimiento debidos a la pereza, al relajamiento de la ascesis, al descuido de la vigilancia, a la negligencia del corazón”. Es uno de los siete “vicios capitales” porque, alimentado por la presunción, puede conducir a la muerte del alma. 

Al respecto, el Pontífice nos pregunta: “¿qué debemos hacer en esta sucesión de entusiasmos y desalientos? Hay que aprender a caminar siempre. El verdadero progreso de la vida espiritual no consiste en multiplicar los éxtasis, sino en ser capaces de perseverar en los tiempos difíciles: camina, camina, camina … Y si estás cansado, detente un rato y vuelve a caminar. Pero con perseverancia”. 

Finalmente, el Papa Francisco concluyó su reflexión animando a tener el valor de decirle a Dios: “pero, ¿por qué?”. Porque a veces, enfadarse un poco es bueno, porque nos hace despertar esa relación de hijo a Padre, de hija a Padre, que debemos tener con Dios: “Incluso nuestras expresiones más duras y amargas, Él las recogerá con el amor de un padre, y las considerará como un acto de fe, como una oración. Gracias”.

El Papa Francisco reflexionó sobre la distracción, sequedad y acedia en la oración

AV / Con información de Vatican News