Dos personas marcaron la historia del salto triple Jonathan Edwards en el Campeonato del Mundo de Atletismo en Gotemburgo en 1995 e Inessa Kravets cuando dominó el viento y la gravedad para registrar 15,50 m. 26 años brillaron esos saltos en la memoria del Salto Triple.
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Hasta que Yulimar Rojas sobrepasó a Inessa con un salto de 15.67 metros en la final de Tokio en 2021 y ahora en 2022 solo tenía que superarse a sí misma y lo logró.
Yulimar Rojas nació ese mismo año (1995, Caracas). El destino quiso que en el año donde se superaron todos los límites conocidos en el salto triple, naciera también el mayor talento atlético que jamás se haya visto en nuestro país en esa disciplina.
Un biotipo impresionante acompañado con unas condiciones sin parangón: es rápida, con una zancada tan largo como un muelle que hace sus pies apenas toquen la pista. Una habilidad biomecánica única que le valió para superar a Inessa Kravets en Tokio.
Y en Belgrado, su salto exepcional para superar a sí misma llegó en el sexto intento. 15,74 metros, boom, estalló el arenero después de aquellas zancadas de la venezolana.
Explotó Yulimar de alegría, la mujer que sigue siendo niña, una niña que baila feliz mientras calcula y reflexiona su logro: “Cinco Mundiales, a cuatro de Iván… No me había puesto a pensar eso. Ay, socio, lo siento estoy cada vez más cerca. Y a 26 cm de los 16 metros… Más cerca todavía.”
Así ese salto histórico de Yulimar recae en la categoría de técnica equilibrada con el Yulimar no muestra esa diferencia entre su hop y su jump, una técnica prodigiosa que le permitió hacer un salto que superó todas las marcas con 15.74 metros.
Ahora Yulimar buscará abrir más las alas. Busca los 16 metros, busca nuevos límites.
Meridiano
