España se tiñó de un blanco que encandila. Real Madrid, que había hecho más de la mitad del trabajo hace tres días en el Camp Nou de Barcelona (1-3, con un segundo tiempo de escándalo), apagó la tenue posibilidad de remontada culé con una primera mitad para enmarcar.

Ambos entrenadores sorprendieron con sus alineaciones. Zinedine Zidane dejó aGareth Bale (quien aún no aparece en desde sus vacaciones), Isco y Casemiro en el banco de suplentes, dándole paso a Marco Asensio, Lucas Vázquez y Mateo Kovacic.

Ernesto Valverde, por su parte, probó con tres centrales, acoplando a Javier Mascherano junto a Piqué y Umtiti, mientras que sumaba a Jordi Alba, Sergi Roberto y André Gomes a la mitad de la cancha. No funcionó.

Zizou volvió a dar un golpe sobre la mesa y su plantilla le respondió a la perfección. A los tres minutos de la primera parte, Asensio recibió un saque lateral de Dani Carvajal y, como el más vivo de la clase, se plantó en la frontal del área y sacudió un nuevo zurdazo descomunal, que dejó parado a ter-Stegen, quien no pudo hacer más que quedarse parado.

A partir del gol, Real Madrid sacó los cuadernos y los pupitres y dio una verdadera clase magistral de fútbol en cada uno de los niveles del juego. Luka Modric, Toni Kroos y, sobre todo, Mateo Kovacic, se comieron el medio campo. Raphael Varane y Sergio Ramos superaron en todos los cruces a los atacantes catalanes y el trío compuesto porKarim Benzema, Asensio y Vázquez, fueron un dolor de cabeza para una defensa azulgrana que no se encontró jamás.

Barcelona corría por detrás de la pelota y Real Madrid se floreaba, llegaba con peligro, controlaba los tiempos del juego y estrelló un balón en el poste, cortesía de Vázquez. Pero el segundo gol no tardaría en llegar. Al minuto 38, Vázquez robó una pelota en plena salida del Barcelona, cedió de primera a Asensio y este prolongo con Marcelo. De resto fue una fórmula conocida.

El lateral brasileño desbordó por su banda y tiró un buen centro rasante para que Karim Benzema anticipara de derecha a Umtiti y de sacudiera con la zurda, para batir la portería rival. 2-0 y final del partido.

El segundo tiempo se jugó por mero trámite, por obligación. Real Madrid, con ventaja de 5-1 en el global, aplacó sus energías, y Zidane, que está en todo, dio entrada a los debutantes Theo Hernández y Dani Ceballos, dos muchachos que llegan para refrescar el fondo de armario blanco.

Barcelona tuvo un tímido envión anímico, con un balón en el travesaño de Messi y otro en el poste de Luis Suárez (quien terminó renqueando y dolorido de su rodilla derecha), pero dejó una imagen gris, deprimida, casi moribunda.

Los catalanes, desde agosto, necesitan replantear muchas cosas de cara a la temporada que recién comienza. El Real Madrid, mientras tanto, celebró su segundo título de la zafra, es Supercampeón de Europa, es Supercampeón de España, en fin, este Real Madrid es un Super equipo… y sin Cristiano Ronaldo.

Meridiano