Un anciano de 78 años de edad identificado como Aquiles Pérez Valero, amaneció muerto en las inmediaciones del hospital Central Universitario Antonio María Pineda, luego de deambular varios días en las cercanías de la morgue y el recinto de salud.

Al septuagenario lo habían observado acostado en el piso de la plaza de la unidad patológica el pasado fin de semana, llevaba puesta una sonda que al parecer estaba en malas condiciones.

Él martes un ciudadano se apiado de el, lo levantó y le dio unas arepitas, después en horas de la noche se acercó nuevamente y le dio sopa. Al parecer el anciano tenía tres días sin comer.

Testigos del estado de salud  del señor, pensaron que se trataba de un indigente o “borrachito” ya que la sonda no se le notaba. Sin embargo pereció tras la agonía. Según funcionarios de la morgue el deceso fue producto de una muerte natural y ningún familiar se ha hecho responsable del cadáver.

Lo más impactante es que a pesar de estar tan cerca del lugar donde se prestar los cuidados médicos ningún galeno se prestó a ayudarle. Hasta el momento no sé donde residía el anciano.

“Cómo es posible que se mueran estando en pleno hospital, sin ser atendidos “ cuenta indignado uno de los morgueros, quien recogió el cuerpo del anciano.

El Informador