San Ángel de Sicilia, que fue uno de los primeros miembros de la Orden del Carmelo, conquistó la corona del martirio en Leocata
Ángel nació en Jerusalén, en el año 1185, pertenecía a una familia de judíos conversos; a la temprana muerte de su hermano gemelo, decide ingresar a la Orden Carmelita, y es admitido en el Monasterio del Monte Carmelo, en Palestina.
En el siglo XIII, los Carmelitas pasaron de ser una Orden Contemplativa a ser una Orden de Mendicantes; por lo que se debe recordar, que era el siglo de la revolución espiritual de San Francisco de Asís y de Santo Domingo de Guzmán; por tal razón, Ángel es enviado eventualmente a Roma, para llevar un mensaje al Papa Honorio III.
Luego, en 1225, recibe la encomienda de dirigirse a Sicilia, para ayudar a predicar contra la herejía de los cátaros, que habían tomado control de la isla; pero la providencia le tenía deparado un destino mejor: el Reino de los Cielos. Al poco tiempo de haber desembarcado en Sicilia, Ángel fue asesinado a traición con cinco puñaladas por la espalda, ordenadas por el líder de los herejes; y en el sitio donde murió se edificó una iglesia, y su sepulcro se convirtió muy pronto en un sitio de peregrinación.
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La Orden de los Carmelitas lo venera como un Santo Mártir, aproximadamente desde 1456, y el Papa Pío II, aprueba su veneración pública. San Ángel es considerado uno de los “padres” de la Orden, por lo que se le ha representado muchas veces al lado de la Virgen María.
San Ángel nos ofrece un ejemplo de misticismo y de obediencia a Dios.
Agelvis Villalonga L.
