No dejan de sorprendernos algunos partidos de la MUD. Se comprende que la competencia electoral está en la esencia misma de todo sistema democrático. Y las primarias son un buen testimonio de lo que afirmamos. Pero así mismo, se entiende que distingue a esa alianza partidista, habida cuenta de la fractura política que el fanatismo ideológico ha ocasionado en el tejido institucional y social de la nación, la prédica unitaria, el reclamo por reunificar al país, por reconciliar a todos los hijos de la patria, por reconstituir un vasto y nuevo consenso que permita una transición pacífica de la neo-dictadura burocrática del siglo XXI a una democracia plena.
Por eso ha sido dicho que la oposición (y no debería ser sólo la oposición/MUD que es una parte de ella sino toda la oposición) debe propiciar tantas primarias como sean necesarias y tanto consenso como sea posible. De esta suerte resulta absurdo que a propósito de las próximas elecciones regionales, algunos partidos -aliados entre ellos, en particular VP y PJ- pretendan imponerse por sobre liderazgos naturales que durante muchos años de lucha democrática los estados han conformado.
¿Quién duda que en Lara ese liderazgo se encarna en Henri Falcón? No sólo por su lucha democrática de muchos años llegando incluso a deslindarse del proyecto autoritario cuando aún Chávez ejercía el poder con mayoritario apoyo popular; no sólo por su gestión al frente primero de la alcaldía de Barquisimeto y luego de la gobernación de Lara, eficiente como difícilmente alguna otra en el país; sino por algo que vale oro para una oposición que quiera de veras ampliar sus fronteras más allá de sí misma y testimoniar su voluntad de reunificación nacional: porque conserva una capacidad de interlocución con ese vasto espectro que es el chavismo disidente y crítico, sin cuya participación es impensable un nuevo consenso nacional (e incluso con factores del chavismo madurista en el gobierno, con los que habremos, más temprano que tarde, que llevar adelante el necesario proceso de diálogo, negociación y acuerdo que saque al país del atolladero ruinoso en el que se encuentra).
Entonces, ¿por qué, si no por ambiciones partidistas y personales fuera de lugar para esta angustiada hora nacional, se ha imposibilitado un consenso alrededor de su nombre? Resulta deplorable que así ocurra.
Por todo ello, invito, en lo que pueda ayudar, a todos los sectores de oposición democrática, incluso a quienes como yo mantenemos una postura de disidencia activa frente a la MUD (que no niega para nada coincidencias y concertaciones), a participar de las primarias en Lara apoyando con su voto la candidatura de Henri Falcón a la gobernación del estado.
Además de todo cuanto ha sido dicho más arriba, Falcón representa también una postura estratégica que postula la ruta democrática frente a pretendidas “salidas” extremistas que no lo son. Su voz ha estado siempre entre quienes defendemos el diálogo, la negociación y los acuerdos, como vía para salir pacíficamente de la crisis; entre quienes propiciamos la reconciliación nacional de todos y la consigna de un gobierno de unidad nacional; entre quienes postulamos una vía progresiva de acumulación de fuerza política, social, institucional, y rechazamos los extremismos inútiles que no nos llevan a ninguna parte y sólo favorecen a quienes tienen en la fuerza y en el ejercicio dictatorial del poder su mejor arma.
Estoy seguro que con el respaldo de una plural mayoría de larenses: de los partidos que integran la MUD,incluso de militantes de base de PJ y VP; de esa vasta oposición democrática que va mucho más allá de la MUD; y de sectores del chavismo disidente y crítico, Henri Falcón se convertirá en candidato de la unidad a la gobernación de Lara y futuro gobernador. Desde esa tribuna no sólo servirá a su estado sino que será un factor determinante en la conformación de una alternativa democrática que Venezuela requiere para lograr el cambio pacífico, civil, y nacional (sin tutelaje extranjero) que la inmensa mayoría de la nación requiere y demanda.
Información de: Nota de Prensa
