Luis Jiménez se llevó los honores de ser el Jugador Más Valioso de una final por segunda vez en su carrera y con el mismo equipo, la primera vez fue en la 2010 – 2011, al guiar a los Caribes de Anzoategui en su tercer título como franquicia ante los Cardenales de Lara.

El premio en honor a Robert Pérez se le otorgó por sus batazos importantes en los últimos encuentros de la final, los cuales definieron el rumbo y ayudaron a obtener la victoria.

A pesar de eso, el “Gigante de Bobare” no se fue con un promedio al bate muy alto con apenas .150 y seis carreras remolcadas en los seis juegos, cuatro de ellas con un grand slam en el primer inning del sexto juego de la final para quedar campeones.

Información de: Ovación