LaLiga de España es de Vinicius: Real Madrid le ganó a Osasuna y se encamina al título

El Merengue derrotó por 4-2 a los Rojillos, por la fecha 29 de La Liga. Con este resultado, los de Carlo Ancelotti le sacan 10 puntos de diferencia a Girona, que tiene un partido menos.

Recital del brasileño, con dos goles, empañado por otra tarjeta absurda que le impedirá jugar ante el Athletic. Primer gol marroquí de Brahim. Genialidad de Güler.

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De lo sucedido en Pamplona, un desfile sin más música que los pitos de una afición que no está dispuesta a que cicatrice su enemistad con el Madrid, cabe deducir que la Liga está casi lista de papeles, que Brahim es tan bueno como marroquí que como español y que no hay pararrayos para Vinicius salvo él mismo. Dos goles más, una actuación insuperable y la enésima amarilla por sobreactuar con el árbitro, una manera inexplicable de basurear un partido de matrícula. En su descargo habrá que anotar que le cosieron a faltas. Osasuna se pasó de valiente, adelantó su defensa como ante cualquiera y murió de un ataque de velocidad ajena. Y a los postres, Arda Güler rozó un gol de Premio Puskas. Su vaselina, a 50 metros de puerta, golpeó el larguero. Una inconclusa delicia turca.

Hace tiempo ya que los modestos se volvieron valientes y Arrasate y Osasuna fueron pioneros en ese salto al vacío. Su presión es de la más avanzadas de la Liga y tiene una explicación sencilla: con peores futbolistas, robar arriba ahorra muchos trámites. En eso andaba el equipo navarro cuando Catena metió la pata (le silbarían cuando fue sustituido). No habían pasado ni cuatro minutos. Sin más explicación que el exceso de confianza, dejó que se le viniera encima Vinicius y le madrugara la pelota. El resto no tuvo misterio: el brasileño cruzó su disparo a la red con tanta sabiduría como suavidad. Por estrategia o por prepararle para lo que se avecina en su costado, Ancelotti colocó a Vinicius de delantero centro, con Rodrygo a su derecha y Brahim a su izquierda, y ahí tuvo una segunda oportunidad, en un gran desmarque que adivinó Rüdiger. Esta vez olvidó la sencillez, intentó una bicicleta barroca y Sergio Herrera le tomó la matrícula.

Para entonces ya había empatado Osasuna a su manera, en un córner que Herrando tocó en el segundo palo y el enmascarado Budimir empujó a la red en el primero. Pamplona le ha apetecido más bien poco al Madrid, y no solo por la proverbial hostilidad de la grada, sino porque Osasuna es lo más al norte del fútbol del norte: mucho duelo, mucha presión, mucha segunda jugada, la intensidad sobre todas las cosas. Todo quedó resumido en el lance.

Pichichi Carvajal

Arrasate había protegido al equipo con tres centrales y dos laterales de doble filo: Areso y Mojica tienen más ida que vuelta. Y por sus costados comenzó a cocerse todo, incluido el 1-2, que llegó desde la izquierda, con un pase de seda de Brahim, una maniobra inteligente de Valverde cambiando el balón de flanco con una media vuelta y, finalmente, un remate delicado de exterior de Carvajal para pillar a contrapié a Sergio Herrera. Por resumir, un gol de videoconsola, el quinto del lateral en un curso de matrícula de honor.

El partido era lo que decía el marcador, un tiroteo. El Madrid, porque su condición de líder y su instinto le impulsan a ello. Osasuna, porque le da libertad su desahogo en la tabla y porque al público le apetecía esta jarana. Era un partido para la gente, no para el drama. También un partido para Rodrygo y Vinicius, sobrados de espacios.

Solo cerca del descanso fue templándose el duelo cuando el Madrid tomó la pelota. La cosa se volvió más canónica, más cerca de las previsiones iniciales. Un dominio blanco a la espera de que alguno de sus tres delanteros metiera el balón definitivo por el ojo de la aguja y un Osasuna más encogido, menos efervescente y menos peligroso. Del gol al intermedio, eso sí, dejó disparos lejanos de Areso y Arnaiz, los dos de este con cierta guasa y desviados por Lunin. Del Madrid lo mejor fue el control de la situación, una rosca de Vinicius que rozó el palo izquierdo de Sergio Herrera y un zapatazo de Valverde que el meta sacó de la escuadra previo toque homicida en Mojica. Al vestuario se marchó Vinicius con una amarilla que le impedirá jugar ante el Athletic por una absurda risotada en las barbas de Martínez Munuera. Es difícil explicar cómo un futbolista de juego tan feliz se empeña en pasar los partidos atormentado.

La ocurrencia de Arda Güler

El choque amenazó con un corte de energía en la segunda mitad, incluso en la grada. Dos entradas feas, de Torró y Camavinga, parecían poner en peligro los buenos modales del partido cuando el Madrid decidió resolver el pleito (y quizá la Liga) por vía de apremio. En cinco minutos bajó la persiana al partido con dos goles nacidos de la velocidad con desembocadura en la habilidad. El tercero tiene poco que contar. Lunin metió un pelotazo que peinó Valverde jugándose la nuca y acabó en un Brahim a toda pastilla que solo se frenó en la cara de Herrera para batirle con un remate de interior.

El cuarto, en cambio, tuvo magia. Lo empezó Rüdiger y lo acabó Vinicius, tras toque de Valverde. El brasileño fue perdiendo ángulo en su carrera desde la izquierda, donde jugó en la segunda mitad, pero en el último instante aplicó un toque mágico de interior con efecto que traspasó la línea casi de puntillas. Un gol fuera de lo común de un futbolista fuera de lo común.

Ahí se acabó el partido. Arrasate retiró cuatro soldados válidos para otra batalla y Ancelotti quitó a Camavinga, que aún está a medio alfabetizar como pivote: sobresaliente en la arrancada, suspenso en continencia. Vinicius y Rodrygo, que estuvo muy bien aunque se marchara de vacío, rondaron la manita. Luego se consoló Osasuna con un tanto de Iker Muñoz y Arda Güler pudo hacer el gol de la Liga desde medio campo. La pelota golpeó el larguero. Esa joya se quedó en el estuche.

Cambios

Rubén García (68′, José Arnaiz), Raúl García (69′, Moi Gómez), Pablo Ibáñez (69′, Ante Budimir), Iker Muñoz (69′, Alejandro Catena), Luka Modric (71′, Brahim Díaz), Nacho (71′, Eduardo Camavinga), Lucas Vázquez (76′, Toni Kroos), Juan Cruz (78′, Jorge Herrando), Fran García (84′, Ferland Mendy), Arda Güler (84′, Vinícius Júnior)

Goles

0-1, 3′: Vinicius Junior, 1-1, 6′: Ante Budimir, 1-2, 17′: Dani Carvajal, 1-3, 60′: Brahim Diaz, 1-4, 63′: Vinicius Junior, 2-4, 90′: Iker Muñoz

Tarjetas

Arbitro: Juan Martínez Munuera
Arbitro VAR: Javier Iglesias Villanueva, Santiago Jaime Latre
Jorge Herrando (30′,Amarilla) Vinicius Junior (43′,Amarilla) Camavinga (52′,Amarilla) Lucas Torró (54′,Amarilla) Unai García (63′,Amarilla)

Diario AS

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