Exigen dimisión de García-Arocha luego del fracaso electoral en la UCV

“Esto es una prueba de que los valores en la UCV se han perdido por completo", dijo el economista César Marrero.

Tras una larga espera de 15 años, en medio de situaciones accidentadas de orden político y jurídico, era mucha la expectativa sobre el proceso electoral de las nuevas autoridades de la Universidad Central de Venezuela, previsto a celebrarse este viernes 26 de mayo.
Desde tempranas horas de la mañana el campus de la Ciudad Universitaria comenzó a recibir estudiantes, egresados, jubilados, profesores, empleados y obreros que de manera entusiasta acudieron a ejercer su derecho a escoger al nuevo rector, vicerrectores y miembros de los consejos de facultad y de escuela.

No obstante, a medida que pasaba el tiempo, el desespero se apoderó de los electores al no iniciarse el proceso comicial y no existir una vocería que les indicara qué estaba ocurriendo.

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Uno de los espacios donde se generó mayor tensión fue en la Facultad de Medicina, tomando en cuenta que dos de los aspirantes: Miguel Alfonzo y Enrique López Loyo tenían asignado ese espacio como sitio para votar.

La expectativa fue creciendo al punto que, a media mañana, tres de los siete aspirantes a la rectoría solicitaron una reunión de urgencia con la Comisión Electoral para abordar la posible solución al retraso en el proceso comicial.

En ese momento solo se encontraba en el lugar el presidente de la comisión, Carlos Martín, quien explicó que hubo una serie de contratiempos que complicaron el accionar logístico, pero que “poco a poco” se irían solventando.

Dos de los aspirantes asistentes al encuentro, Enrique López Loyo y Miguel Alfonzo, coincidieron en que la elección debía realizarse, a pesar de las dificultades.

Otro de los asistentes, aspirante al decanato de la Facultad de Medicina, advirtió que en otros espacios de la UCV ya se estaba hablando de suspender los comicios ante la manifiesta desorganización.

Los asistentes a la reunión insistieron en que el proceso debía continuar, e incluso, Martín pidió convocar a varios representantes de los medios de comunicación que no habían podido ingresar al recinto para ofrecer una rueda de prensa e informar lo que estaba ocurriendo con la elección.

Es entonces cuando Martín expuso que hubo una serie de contratiempos que atentaron contra el desarrollo normal de los comicios.

“Tuvimos una semana sin internet donde funciona la comisión electoral. Hace dos días cayó una lluvia fuerte, teníamos cierto material electoral en la quinta Silenia, comenzó a llover fuerte en el sitio donde teníamos el material y tuvimos que suspender el proceso de elaboración de planillas”, explicó entre otros aspectos.

No obstante, Martín aseguró a la prensa que el proceso electoral seguía adelante, e incluso garantizó que aún en el supuesto de que hubiesen fallas eléctricas, el conteo de votos se haría de manera manual.

Entre tanto, en la mayoría de los centros de votación se generaron encendidas protestas lideradas por el estudiantado que pedía a voces: “¡queremos votar!”. No obstante, no se generaron hechos de violencia ni de sabotaje que lamentar.

Más adelante, se convocó a otra reunión del Consejo Universitario en la que estuvo presente la rectora de la UCV, Cecilia García-Arocha, acompañada por un grupo de profesores y el presidente de la Comisión Electoral, donde, luego de una larga deliberación, se anunció que no estaban dadas las condiciones para efectuar la elección de las autoridades ucevistas, y que se convocaba a un nuevo proceso el 9 de junio.

Ante esto, Miguel Alfonzo, uno de los aspirantes a rector, expresó que “burlaron y engañaron a la UCV completa”, y al respecto acotó que desde enero se había planificado el proceso y se presentó el cronograma electoral, pero -dijo- “hasta las 2 de la tarde el 80% de las mesas electorales estaban cerradas”.

Denunció además que el Consejo Universitario planificó un presupuesto de 71.000 dólares para las elecciones, cuando el CNE le estaba ofreciendo gratis todo el apoyo técnico.
Otro de los candidatos a dirigir la UCV, Paulino Betancourt, consideró que, ante “el bochorno de la suspensión de la actividad, exigimos la renuncia inmediata de la Comisión Electoral y un cambio completo dentro de la universidad”.

Testigos

Ely Moreno C., jubilado de la Dirección de Cultura donde laboró por más de 30 años, expresó que “es la primera vez que me ha tocado votar en tantos años y no es posible que este desorden haya ocurrido en nuestra querida UCV”.

Ítala Lippo: “Esto es una estrategia de la gente de Cecilia García-Arocha para que la gente se fuera. Yo estuve varias veces en comisiones electorales y nunca había ocurrido una situación de este tipo. Ella (García-Arocha) sabe que va a perder”.

César Marrero, el popular “economista” de la UCV sentenció: “esto es una prueba de que los valores en la UCV se han perdido por completo, tanto en la calidad de la educación como en la calidad de su dirigencia”.

Con información de UN