Los anuncios del nuevo gobierno de Brasil de formar un frente bilateral con la administración de Estados Unidos con la intención de congelar bienes y activos de Venezuela es considerada “con recelo” por algunos economistas consultados por El Universal.

Jorge Alejandro Rodríguez, máster en negocios internacionales de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans; y también con una maestría en el IESA, considera que este es “un asunto que no puede despacharse de manera sencilla”.
A su juicio es necesario ser cuidadosos porque hay sanciones globales cuyo impacto sobre la cúpula gobernante es mínimo y por el contrario terminan afectando a los que se pretenden ayudar, convirtiéndose en un efecto devastador para los sectores populares.
“Este es un tema que no puede despacharse con frases simplistas o poses irresponsables. Estoy de acuerdo con toda sanción que vaya dirigido a personajes que hayan violado derechos humanos, por ser irrespetuosos de las libertades y de la ruina del país y que se niegan a entrar en procesos de negociación que nos permita salir de esta situación”.
Recomendó analizar cada sanción en su contexto y en lo que se espera de la misma por considerar que no puede ser un tema de capricho o conveniencia particular para someter a millones de personas a penurias mayores a las que están.
“El objetivo tiene que ser sanciones dirigidas a personas que garanticen su eficiencia en términos de negociación, que estos se sientan vulnerables y que les lleven a entrar en un proceso de negociación. Eso es algo muy claro”.
Gerson Hernández, miembro de la Comisión de Economía de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), sostuvo que las pretensiones del nuevo gobierno de Brasil dirigidas a congelar bienes y activos de Venezuela obedecen a intereses personales e individuales del equipo de Bolsonaro contrarias a la voluntad del pueblo brasileño.
“El objetivo principal es tener el control “del poder” y de los bienes en Venezuela que estás ligados completamente a los recursos naturales como es el caso del petróleo, gas, oro, coltán, hierro y agua”.

Explicó que debido a que no han podido alcanzar ese control se han empeñado en crear un cerco para “asfixiar a la economía nacional y al gobierno” en alianza con Colombia, Guyana, Brasil y el Grupo de Lima.
Hernández se pronunció por la defensa en la relación histórica que ha tenido el sector empresarial venezolano con el estadounidense, colombiano y brasileño e hizo referencia en los desarrollos “atractivos” que interesan a esas naciones en los procesos de producción como minería, turismo, servicios, electricidad, gas, petróleo temas en las que se pueden establecer alianzas estratégicas.
El constituyente se pronunció por esperar la reacción del sector empresarial brasileño que en su opinión es contrario a las pretensiones del presidente Bolsonaro. “Van a buscar los mecanismos para seguir comercializando algunos productos y servicios del país”.
El Universal.