La producción de azúcar en el país se mantiene en crisis y tiende a agravarse debido a la carencia de caña destinada a la molienda en los centrales y las restricciones en la importación del producto crudo, así lo advirtió José Ricardo Álvarez, presidente de Fosuca, la federación que agrupa a las asociaciones de cañicultores del país.
Explicó que desde hace dos años esas factorías no reciben caña, dedicándose solamente al procesamiento de azúcar cruda procedente de países como Nicaragua, Brasil y Colombia.
Puso el caso del central Carora, (privado), que por falta de materia prima, lleva dos años dedicado a la purificación de azúcar cruda, pero como últimamente las importaciones de ese rubro se han reducido sustancialmente, sus dueños se han visto obligados a enviar a la mayor parte de sus trabajadores a sus casas.
Informó que actualmente se encuentran esperando para ingresar a puerto dos barcos con 30.000 toneladas de azúcar cruda cada uno, que no han sido descargados porque el gobierno venezolano no ha cancelado, lo que retrasará aún más la puesta en el mercado del dulce.
Para Álvarez, el problema radica en que los cañicultores cambiaron a otros rubros porque los costos de producción superan los ingresos debido a la regulación que mantiene el gobierno de venta al público.
Considera necesario un incremento en el PVP, al menos a 10.500 bolívares, para que los productores retornen a la caña.
Actualmente al agricultor le pagan el kilo de materia prima sólo en 700 bolívares y le sale en 5.500 producirla.
A tal extremo ha llegado el cambio de rubro en el país que hasta hace algunos años se explotaban 115 mil hectáreas de caña y hoy día apenas si se llega a 85 mil.
El Impulso
