Este fin de semana dio inicio la temporada 2022-2023 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y Cardenales de Lara tuvo una victoria y una derrota en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez.
Pero ¿Qué fue lo bueno, lo malo y lo feo de este inicio de la LVBP en Barquisimeto? A continuación, Noticias Barquisimeto lo repasa.
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LO BUENO
El ambiente que se vivió estos dos primeros días fue espectacular, el público superó las expectativas de los días inaugurales y la conducta estuvo a la altura de la LVBP con las mejores asistencias.
A su vez, la Alcaldía Bolivariana del municipio Iribarren, garantiza el retorno seguro de los fanáticos con las unidades de TRANSGUARO totalmente gratis.
Pero el punto más llamativo entre las cosas buenas, fue la belleza en el estadio. Una gran cantidad de Madrinas y Princesitas alegraron y animaron al público presente, gracias a la labor de: “Angelo Bertel”, como dijo el gran e histórico animador Gregorio Valles.
LO MALO
El primer punto negativo es el alto costo de la cerveza. Los fanáticos deben cancelar 1,5$ por cada botella. Lo que marcó unas ventas bajas según lo que pudo observarse en la tribuna.
A su vez, en las tribunas se escuchaba como ya la afición se siente agotada de la animación de dos reconocidas locutoras en Barquisimeto y solamente se sienten felices con la animación de Gregorio Valles.
Finalmente, la disparidad en el valor del dólar entre los comercios también molestan al fanático. Algunos reciben a precio del Banco Central de Venezuela (BCV), pero la mayoría de los fulanos “toberos” tiene la osadía de cobrar el $ a 11 Bolívares.
LO FEO
La empresa de internet MARFIX, montó un servicio de WiFi para los fanáticos que acuden el estadio de Beisbol.
A simple vista suena una maravilla, hasta que te enteras de los precios absurdos por el servicio de WIFI.
1 Hora: 4$, 2 Horas: 8$, 5 horas: 15$ y un día completo: 20$. Lo que marca uno de los precios más costosos, sino el más costoso para un recinto en Venezuela.
Ojalá, ajusten estos precios a la realidad.
No podia faltar “la plaga” como ya los conocen en los recintos deportivos: los revendedores que se hacen presentes en el estadio, algo que a lo largo de los años no ha sido solventado, cuando los rostros de estos personajes son los mismos.
