En un día frío es común escuchar que las personas tienen más ganas de orinar, pero ¿por qué?
La explicación está relacionada con el exceso de líquido que conservamos en nuestro cuerpo cuando hace frío.
A lo largo del día, a través de varias ingestas de líquidos, como de agua, sopas u otras bebidas, nuestro organismo conserva cierta cantidad de líquido.
Eventualmente, nuestro cuerpo requiere eliminar el exceso de líquido y tiene 2 formas para hacerlo, a través del sudor y de la orina.
Cuando la temperatura baja, se disminuye la sudoración, lo que elimina la posibilidad desechar el líquido de esta forma. Cómo los líquidos no pueden salir, el riñón lo reconoce y produce la orina.
Un cuerpo frío no genera la suficiente energía para provocar la sudoración, de forma que la orina se convierte en la vía de desahogo principal para desechar el exceso de líquido.
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