Con hat-trick de Vinicius y a lo CR7, Real Madrid goleó a Barcelona 4-1 y se consagró campeón de la Supercopa de España

Con un Vinicius intratable, el Merengue se impuso por 4-1 sobre los Culés en Arabia Saudita y se quedó con el título.

Vinicius Junior se pone el traje de Cristiano Ronaldo en Arabia Saudita: Hat-trick en 38 minutos y celebración a lo CR7.

El Madrid, con un Vinicius desatado (tres goles), pasa por encima del Barça y deja tocadísimo a Xavi. Araújo no pudo con el 7 blanco: le hizo un penalti y vio la roja.

El brasileño adelantó al Real Madrid en el minuto 7, hizo el 2-0 en el 10′ y el 3-1 en el 38′ de penalti.

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Llegaba Vinicius a la final con el cuchillo entre los dientes, con hambre de gol tras no ver puerta tras volver de la lesión. Y en el Clásico, con todo el mundo mirando a Arabia, el brasileño puso el partido patas arriba con dos goles en diez minutos y un hat-trick apenas pasada la media hora. En el primero con Bellingham de socio. En el segundo, con Rodrygo. Y el tercero de penalti. Tres goles para subir la moral, dar un golpe encima de la mesa… y para homenajear a Cristiano.

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Vini se puso traje de CR7 y en el estadio del Al Nasser hizo el primero tras aprovechar un pase genial de Bellingham y sentar a Iñaki Peña. El homenaje llegó en la celebración, imitando la histórica celebración que el luso inventó en el Santiago Bernabéu y que ha llevado hasta Arabia. Enloqueció el público local, que tres minutos después estaba celebrando el segundo de Vinicius. Fue un trueno el brasileño en el arranque del partido.

También aplaudió a rabiar el hijo de Cristiano Ronaldo, presente en la grada como ya sucediera en las semifinales. Nunca ha ocultado su madridismo el hijo de CR7, que creció en Madrid viendo a su padre marcar goles y ganar Copas de Europa. El público local coreó hasta tres veces el nombre de Ronaldo después de la celebración del brasileño.

Vinicius, Bellingham y Rodrygo se encontraron con una defensa adelantada del Barcelona que fue oro para ellos. En un arranque suicida del Barça en el inicio, los delanteros del Madrid encontraron metros y metros para correr. El escenario en el que son imbatibles, en los diez primeros minutos de partido. 2-0 y la final encarrilada.

Lanzador de penaltis

El tercer gol llegó cuando la final se le complicaba al Madrid. Había recortado distancias Lewandowski, pero apareció otra vez Vini para desequilibrar, esta vez con un desmarque que tumbó Araujo en la carrera. Penalti y responsabilidad para el brasileño, que lo lanzó como Neymar. Carrera lateral, paradinha… y disparo a su zona de seguridad. Hat-trick, el segundo con la camiseta del Real Madrid.

Vinicius, que ha pasado buena parte de la temporada lesionado, suma con estos tres goles en la final de la Supercopa nueve goles y cuatro asistencias. Todo en 16 encuentros. Sale a a poco más un gol cada dos encuentros, aún por debajo de los registros del año pasado, pero está convencido el brasileño de que sus números mejorarán en 2024.

Sin un delantero de sangre azul, el Madrid le ha metido nueve goles a su principal competencia en tres horas y media y ha alzado la primera copa del curso. Eso, el undécimo entorchado de Ancelotti como técnico blanco y una superioridad táctica, física y anímica sobre el Barça dejó la semana en Arabia. También un hat-trick de Vinicius, tan revoltoso y determinante como antes de su lesión, y un nuevo cargo contra Xavi, que esperaba de la competición una palanca y se ha encontrado una palada. El Madrid conquistó el partido a su gusto: marcó pronto y tuvo luego licencia para correr. El Barça ganó la pelota y perdió el espacio, el partido y gran parte del crédito. De la final de 2023 no ha pasado un año, sino un siglo.

Los 17 goles de Bellingham en el inicio del curso fueron, en cierto modo, árboles que ocultaron el bosque. Y después de tres partidos sin marcar convenía recordar que el inglés no vino para eso. O no primordialmente para eso. Se metió en el área porque no había nadie mejor para hacerlo, pero es un jugador para todo el campo, con una extraordinaria visión panorámica del juego, y lo dejó claro con su primera acción del choque, un pase de excepción, por un pasillo invisible, a la espalda de la zaga azulgrana, que resolvió Vinicius aplicando sus dos grandes virtudes: velocidad más regate.

Vinicius marca el 1-0 tras deshacerse de Iñaki Peña.

Apenas tres minutos después, un pase largo de Carvajal también traspasó ese adelantadísimo muro de papel que había preparado Xavi. El resto fue coser y cantar para la pareja brasileña del Madrid: acelerón de Rodrygo y pase a Vinicius para que matase a puerta vacía.

Xavi había explicado su plan minutos antes del choque, la doble P, presión más pelota. Falló el primer punto y de nada sirvió el segundo, porque el Madrid supersónico superó ese primer filtro culé con extrema facilidad y el Barça fue un coladero al espacio. Xavi había puesto sobre Vinicius a su carcelero habitual, Araújo, pero el brasileño ya no vive en la banda, y aprovechó el corredor que se abría entre el uruguayo y Koundé para meter dos puñaladas en un suspiro.

El penalti

El 2-0 dejó un escenario insospechado, idílico para el Madrid, porque el partido entró en una fase de falso dominio del Barça: mucha posesión, muy poca profundidad salvo en el buen pie de Gündogan y los desmarques de Ferran, la mejor baza ofensiva azulgrana. Estrelló un remate en el larguero y otro en los pies de Lunin, el meta elegido por Ancelotti. El italiano lleva tiempo volando de palo a palo con sus porteros, ambos plan B. Más Kepa al principio y, a lo que parece, más Lunin del derbi a nuestros días. El caso es que jugó el ucraniano, con mejores defensas antiaéreas y también mejores registros en la temporada, y volverá a hacerlo el jueves.

Otro pase al espacio que rompe muy bien Rodrygo, el cual se planta dentro del área y pone la asistencia para su compatriota Vinicius, que firma el 2-0 con su doblete yendo al suelo para empujar el balón al fondo de la portería.

Sin embargo, esa comodidad del Madrid fue aculándole primero en su campo y luego en su área. Más por insistencia que por claridad, el Barça fue equilibrando el duelo y se vio dentro de él con una volea tremenda de Lewandowski desde el borde del área. Quizá haya perdido recorrido con los años, pero a un toque el polaco sigue siendo irrepetible.

Y de pronto, el Barça volvió a pararse. Al gol no le siguió una embestida azulgrana, sino un nuevo paso adelante del Madrid, acompañado de un gol que dará que hablar. Tchouameni metió un balón con maldad al segundo palo, Vinicius parecía con ventaja para rematarlo de cabeza y Araújo le pasó la mano por el cuello. Como mínimo, una imprudencia. A Martínez Munuera, que había sido pasado convenientemente por la parrilla de la televisión blanca en la víspera, le pareció que esa bufanda era punible y pitó penalti transformado por el brasileño. Ardió el banquillo del Barça y se fue a la calle su entrenador de porteros. Ese staff le ha cogido mucho gusto a la bronca. El árbitro, en cambio, fue más condescendiente con Araújo: si entendió que había pena máxima la roja era inexcusable, porque el uruguayo se desentendió del balón. La vería luego por una patada insensata al propio Vinicius.

Contra diez

Quedaba un tiempo, pero ya no quedaba Barça. El Madrid le dejó que mareara la pelota, pero no disolvió la fiesta. Bellingham, Rodrygo y Vinicius, muy compinchados, se lo estaban pasando en grande. A ratos tocando y mandando, a ratos pisando el acelerador.

Rodrygo cerró la goleada.

Xavi buscó el último volantazo: Lamine, Fermin y João Félix y lo que se encontró fue el cuarto tanto del Madrid, también preparado por Vinicius, cuyo centro fue mal rechazado por un desafortunadísimo Koundé y castigado por un remate raso de Rodrygo. Con todo decidido, Araújo se buscó la roja con una patada destemplada a Vinicius en zona tibia. Todo apuntaba a una voladura final del Barça, pero Ancelotti y el Madrid decidieron mirar al derbi de Copa. Se marcharon los dos brasileños, levantó el pie Bellingham y se acabó el festival, con un Barça entregado y desarmado. Si Xavi buscaba un triunfo con consecuencias se ha encontrado con un terremoto con réplicas.

Cambios

Lamine Yamal (60′, Pedri), João Félix (60′, Ferran Torres), Fermín López (60′, Sergi Roberto), Brahim Díaz (76′, Rodrygo), Luka Modric (80′, Toni Kroos), Eduardo Camavinga (81′, Vinícius Júnior), Joselu (85′, Jude Bellingham), Dani Ceballos (85′, Federico Valverde)

Goles

1-0, 6′: Vinicius Junior, 2-0, 9′: Vinicius Junior, 2-1, 32′: Lewandowski, 3-1, 38′: Vinicius Junior, 4-1, 63′: Rodrygo

Tarjetas

Arbitro: Juan Martínez Munuera
Arbitro VAR: César Soto Grado, Iker De Francisco Grijalba
Ronald Araújo (36′,Amarilla) Sergi Roberto (39′,Amarilla) Jude Bellingham (42′,Amarilla) Rüdiger (61′,Amarilla) Ronald Araújo (70′,Roja)

Diario AS

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