“Más nunca iré preso”, eso lo tenía entre ceja y ceja Johán Ochoa Mujica (24) alias el “Johán” y así se lo hacía saber a sus familiares. Ayer a las 6:00 de la mañana fue abatido en un enfrentamiento por funcionarios de la Subdelegación San Juan del Cicpc en las invasiones de Luisa Cáceres de Arismendi, en Carorita Arriba.

Relatan que los funcionarios llegaron a las 6:00 de la madrugada a la casa de la mamá del “Johán”, pero él no estaba ahí. Supuestamente, el chamo estaba enconchado en otro rancho y cuando amaneció vio que los funcionarios estaban aún en el sitio y trató de huir.

Johán corrió a resguardarse en otro sitio y en ese momento los “petejotas” lo vieron y fueron tras él, fue en ese momento que, presuntamente, él comenzó a disparar en contra de los funcionarios. Corrió y trató de cubrirse detrás de un rancho en la calle Araguaney del mismo sector, pero en ese instante una bala lo alcanzó.

Dicen los vecinos que cuando los del Cicpc llegaron hasta Carorita Arriba era porque estaban buscando una buseta marca Dodge color negro que había sido robada y estaba siendo desvalijada en el sector. Al parecer, el “Johán” estaba junto a otros compinches quitándole las piezas a la unidad de transporte.

Los “petejotas” trasladaron a Johán malherido hasta la Emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, pero ingresó sin signos vitales. El tipo tenía cuatro meses fugado de la comisaría de Pata ‘e Palo de la PNB.

En junio se fugó junto a nueve hampones, pero tres resultaron abatidos y él junto a cinco más lograron evadirse.

Quería regenerarse

Familiares de Johán estaban ayer en la mañana en la morgue, por sus rostros corrían lágrimas de impotencia. “Se cumplió lo que él dijo, más nunca preso”, soltó la hermana.

Una hermana de Johán contó que luego de que él se fugó quería “regenerarse” y hasta había comprado un rancho en Luisa Cáceres de Arismendi, pues quería el bienestar para su hija.

Mi hermano sí tenía problemas con la justicia, pero no era para que lo mataran de esa manera. ¿Por qué no lo detuvieron?, ¿por qué siempre el Cicpc arregla las cosas así?”, soltó la hermana con impotencia.

Johán tenía en su poder una pistola, pero según información de los familiares hace varios meses la vendió para poder comprarse el rancho en la comunidad.

Nota y Foto de: La Prensa