China, estrecha aliada de Venezuela, dijo el lunes que la historia muestra que la interferencia externa y las sanciones unilaterales solo hacen que las cosas sean más complejas y no servirán para resolver los problemas, tras la imposición de nuevas sanciones de Estados Unidos a Venezuela.

El presidente estadounidense Donald Trump firmó el viernes una orden ejecutiva que prohíbe las operaciones con deuda nueva del gobierno venezolano o la petrolera estatal del país, en un esfuerzo para detener el financiamiento que, según la Casa Blanca, alimenta la “dictadura” del presidente Nicolás Maduro .

Maduro, quien frecuentemente culpó a Estados Unidos por librar una “guerra económica” contra Venezuela, dijo que Estados Unidos buscaba forzar un incumplimiento de pagos de la deuda venezolana, pero afirmó que esto no tendría éxito.

Consultada sobre la nueva medida estadounidense, una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, dijo que la posición china había sido consistentemente la de respetar la soberanía e independencia de otros países y no interferir en sus asuntos internos.

“El problema presente en Venezuela debería ser resuelto por el mismo gobierno venezolano y el pueblo”, dijo en un encuentro informativo diario con la prensa. “La experiencia de la historia muestra que la interferencia externa o las sanciones unilaterales complicarán aún más la situación y no ayudarán a resolver el problema real”, agregó Hua.

China y Venezuela -rica en petróleo- tienen un estrecho lazo diplomático y comercial, especialmente en energía. Este mes, China dijo que creía que la elección de la Asamblea Constituyente en el país sudamericano fue “mayormente tranquila”, restando importancia a la condena de los gobiernos de Estados Unidos, Europa y otros países, así como a la evidencia de anomalías en el proceso.

Reuters