Tal cual las historias de mafia, el tema de los amaños en el fútbol nacional es algo que trasciende a las fronteras del país. Miles de dólares se mueven en este negocio ilícito.

Los principales fondos provienen de tierras bastante lejanas. Las apuestas más lucrativas hechas de los partidos del torneo local se hacen en casas de apuesta asiáticas.

“Mientras allá duermen acá se juegan partidos. Las apuestas van más allá del simple resultado”, comentó a Líder una fuente vinculada a la investigación que llevan adelante la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y la Asociación de Clubes del Fútbol Venezolano (Asofutve).

La modalidad más usada es la de jugar los compromisos en directo. No solo se trata de marcador, altas o bajas (los logros más “comunes” en quienes esporádicamente apuestan), sino de cantidad de goles exacta, cantidad de tarjetas amarillas, anotaciones antes de determinados minutos del encuentro, entre otros.

“Nos han llegado testimonios de defensores que deliberadamente hacen manos dentro del área para ocasionar penales y poder cumplir las cuotas de gol. Si un árbitro llegase a no sentenciarla, los involucrados piden que las pite aunque perjudique a sus equipos”, puntualizó el informante.

Modus operandi

Los 12 a 15 mil dólares que se mueven en un encuentro amañado son compartidos entre tres o cuatros jugadores por equipo. “Buscan tener un jugador por línea, para ellos lo ideal es poder contar con el portero”, explica la fuente.

“También hemos tenido que investigar a árbitros y hay sospechas de que algunos participan en este tipo de acciones por parte de ellos. Poco a poco se va sabiendo quiénes son los responsables de estos actos”.

Las investigaciones van tomando forma y solo falta que se sancionen a los tramposos.

Información de: Líder