Después de un arranque muy complicado en el estadio Atahualpa de Quito, en el que empezó perdiendo antes del minuto de juego, el seleccionado argentino se impone 2 a 1 frente a Ecuador gracias a dos tantos de Lionel Messi y de esta manera está metiéndose en el Mundial de Rusia 2018.

Ni siquiera habían terminado de acomodarse los futbolistas en el campo cuando Ibarra aprovechó la quietud de la defensa argentina, combinó con Roberto Ordóñez y definió cruzado ante Sergio Romero. Demasiado pronto, demasiado fuerte.

La Selección sintió el mazazo y atravesó un lapso de zozobra, sobre todo cuando los ecuatorianos explotaban las bandas. Sin embargo tras esos primeros minutos complicados, el conjunto de Jorge Sampaoli reaccionó.

A los 6 minutos, llegó el primer aviso, cuando Ángel Di María tiró un centro demasiado potente desde la izquierda que no alcanzó a conectar Darío Benedetto. Y a los 12 la Albiceleste alcanzó la igualdad: Lionel Messi encaró y se sacó de encima a Darío Aimar, abrió para Di María, fue a buscar al área y empujó a la red tras la precisa asistencia del jugador de París Saint-Germain.

Si bien el empate rápido y los resultados en otros estadios le daban tranquilidad, Argentina no especuló, mantuvo el pie en el acelerador y fue por la victoria, con Messi y Di María en sus mejores versiones.

A los 15, el futbolista de Barcelona encaró desde el centro hacia la izquierda, dejó parado a Pedro Velasco y disparó cruzado, pero se encontró con una buena respuesta de Máximo Banguera.

Y a los 20 finalmente cayó el segundo en una maniobra que parecía intrascendente: un pase largo de Di María para Messi fue a dar a los pies de Darío Aimar. El marcador central tardó mucho en rechazar y permitió que el capitán argentino se la arrebatara. Rapidísimo, El rosarino se acomodó y batió a Banguera con un potente zurdazo alto.

La ventaja debió funcionar como un bálsamo para la Selección, sin embargo las dificultades para controlar el balón en el medio y las dudas en el fondo mantuvieron al modesto combinado ecuatoriano en partido, aunque sin generar chances serias en los 45 minutos iniciales.

Con altibajos, Argentina siempre fue mucho más peligrosa que su adversario y estuvo cerca de concretar el tercero a los 31 nuevamente con una combinación entre Di María y Messi. Banguera lo evitó en el cara a cara con Fideo.

Información de: Clarín