En los últimos días un nuevo derrame de petróleo ha dejado una imagen dolorosa en el frágil ecosistema de la cuenca del Lago de Maracaibo, estado Zulia, al occidente de Venezuela.
Aves completamente cubiertas de negro, peces muertos y otros agonizando, dibujan el daño que hacen los accidentes en la descuidada industria petrolera del país, sin que haya un responsable asumiendo y tratando de atender el asunto.
Los pescadores languidecen frente a la escena. Muchos de ellos dependen de lo que arrastran, y se ven imposibilitados de pescar más lejos debido a la grave escasez de gasolina que en Zulia tiene ya una década.
Sobre este reciente derrame no se tiene claro el origen. Los periodistas locales y algunas agencias han tratado de indagar sin éxito de dónde se originó el sedimento de crudo del que se sostiene la maltrecha economía nacional.
El Zulia, donde se encuentran las reservas de petróleo más importantes de Venezuela, registra hoy día la peor escasez de gasolina de todo el país, con largas filas que la gente hace hasta por semanas para llenar el tanque de su vehículo.
Con información de: NTN24
