El retraso en el otorgamiento de divisas mantiene ansiosos al sector empresarial, que se ha visto obligado a importar a un dólar no oficial que perjudica la economía de organizaciones y consumidores.

El pasado 31 de agosto el sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom), subastó dólares del Banco Central de Venezuela por última vez, donde se otorgaron 22,73 millones de dólares, sin embargo, días después de la fecha pautada para su liquidación se emitió un comunicado de parte del Gobierno informando que había un “retraso” en la entrega debido a las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos.

Como respuesta ante este bloqueo, el presidente Nicolás Maduro anunció que se iniciaría una migración a otro tipo de moneda extranjera como el yuan (China), rublo (Rusia), euro (Europa), yen (Japón) y rupia (la India), para “liberar a Venezuela del dólar”. Por su parte, el Comité de Divisas agregó que queda diferida una nueva subasta hasta que “se realicen los ajustes necesarios del sistema para incorporar otras divisas”. Mientras tanto, empresas aún esperan ansiosas que se active este nuevo mecanismo.

IMPACTO

La paralización de las divisas ha generado un impacto en la industrialización y comercio venezolano. Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, aseguró que el sector que se ha visto más afectado es el privado. “La industria necesita importar porque el gobierno ha destruido fuentes que suministraban materia prima”, reveló.

“Que no haya un mecanismo legal que transforme los bolívares en divisas para poder pagar las importaciones es terriblemente dañino. Eso hace que las empresas tengan que depender de intermediarios que importan y venden a precios gigantescos, a veces hasta por encima del mercado negro”, agregó Olalquiaga.

Por su parte, el presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazabal, afirmó que varias empresas han adelantado las vacaciones colectivas a propósito de la época decembrina, ante la falta de inventario. “Están esperando a ver si podrán arrancar en enero”, expresó.

Asimismo, Olalquiaga y María Uzcátegui, presidenta de Consecomercio, coinciden al considerar que la paralización del sistema Dicom es “terriblemente dañino”, pero su funcionamiento tampoco “era muy bueno”.

En este sentido, Uzcátegui asegura que las subastas “fueron insuficientes con respecto a la demanda de productos y servicios”. De acuerdo con Ecoanalítica, el promedio de dólares adjudicados por día por el Dicom, en septiembre del 2017 fue de 16 millones de dólares, cuando en el mismo periodo de este año fueron 2 millones de dólares diarios.

 

 

 

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