¿Se puede tener éxito en una campaña electoral en medio de una pandemia?

Los comandos deben ser creativos y entender el uso efectivo de la propaganda política en los medios convencionales y plataformas digitales

Campaña electoral

Las elecciones parlamentarias convocadas por el CNE para el próximo domingo 6 de diciembre de 2020, obliga a los comandos de campaña a ser creativos y entender el uso efectivo de la propaganda política en los medios convencionales como radio y televisión; así como las diversas plataformas digitales y redes sociales. 

En medio de una pandemia por el covid-19, y dentro del estado de emergencia bajo un esquema inédito de 7×7 (flexibilización/radical), se presentan múltiples limitaciones a la hora de planificar, organizar y ejecutar la inversión publicitaria, que suplante algo tan tradicional en la cultura política/electoral de Venezuela: el contacto directo casa por casa, persona a persona y mítines masivos.  

En este complicado contexto, la estrategia electoral para que pueda ser exitosa debe adaptarse a esta “anormalidad”, donde los medios digitales y redes sociales tienen un papel básico en la difusión de los candidatos a diputados y sus mensajes, mas no determinante, si de verdad se quiere llegar a convencer a la mayoría del venezolano, hoy apático frente al proceso electoral y las instituciones.  

Grave error proponer e insistir en trasladar el debate político real al mundo virtual, usando exclusivamente las redes sociales y mensajes por whatsapp, obviando la vigencia que siguen manteniendo medios de tan alta penetración en los diferentes públicos como la radio y la televisión, que no requieren de internet o un celular inteligente para meterse en los vehículos, salas y cuartos de los potenciales votantes.  

Hoy más que nunca LA RADIO y LA TV cumplirán un rol determinante y esencial para promover el voto este próximo 6 de diciembre, mientras que las plataformas digitales que dependen su operatividad de una buena conexión a internet y un Smartphone medianamente aceptable complementaran “la pegada” en los diferentes públicos para poder garantizar una estratégica comunicacional exitosa.  

En Venezuela se presenta el gran desafío de tener que movilizar a los ciudadanos en medio de una pandemia, sumado al llamado de “abstención” en un proceso electoral que al no ser el presidencial, podría repetir baja participación como en eventos anteriores de estas características.   

El Covid-19 y la precaución necesaria para que no se produzca un nuevo rebrote, ha obligado a los partidos políticos a cambiar todos los esquemas y acciones que hasta principios de esta año 2020 desplegaban para llegarle al electorado. “Hay que modificar las estrategias porque esta será la campaña electoral más atípica de la historia de la Democracia en Venezuela”, han repetido varios especialistas en campañas electorales.  

Muchas organizaciones partidistas aun no han entendido que la pandemia ha cambiado las prioridades de la gente, donde ir a votar no está todavía arraigado en su mente, y bajo las dudas si el llamado a abstención le gana otra vez la partida a un sector de la oposición venezolana que ya probó esa medicina en el 2018, y que esta vez puede repetirse la dosis, 

Pero hay algo más grave y que aun los comandos de campaña no se han enterado, y es que quienes tiene la responsabilidad de direccionar las estrategias comunicacionales están convencidos, y han convencido a los candidatos, que lanzando tres twitter por día, un video en instagram y varios mensajes por whatsaap, ya el mandado está hecho y ser diputado “solo será cuestión de varias semanas mientras espero en mi chinchorro revisando las redes sociales”.