Recuperan alumbrado público en el Cerro La Cruz de Barquisimeto

Salveros de La Cruz solicitaron los materiales por la aplicación VenApp.

Javier Meléndez, salvero mayor del tradicional recorrido de la Cruz de Mayo en el estado Lara (Barquisimeto), manifestó su satisfacción por haber logrado a través de la plataforma VenApp, la asignación de material para el alumbrado público del icónico lugar cultural como lo constituye: El cerro La Cruz.

“Gracias a la VenApp y el 1×10 de Buen Gobierno, en articulación perfecta con el gobernador Adolfo Pereira, hoy, el Cerro de la Cruz Patrimonio Cultural de Venezuela recibió la dotación de los materiales para todos el alumbrado público”, declaró Meléndez.

El aporte hecho a través de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) incluyó 300 metros de triplex (6), 36 conectores, dos rollos de cable número 12, dos teipes plásticos, 11 fotoceldas e igual cantidad de bases para fotoceldas, once luminarias de 250 voltios y seis mallas número 6.

El mismo permitirá la restitución del sistema eléctrico de la entrada al santuario y la plazoleta de cobijo de los devotos.

Al mismo tiempo, informó que se encuentran reuniendo los requisitos y exigencias hacia la declaratoria del pueblo como zona de interés cultural ante el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) de Venezuela, organismo adscrito a la cartera de Cultura.

Meléndez junto al también salvero Nidia Seguerí, invitó a la ciudadanía a visitar el cerro La Cruz para que vivan el desarrollo del vía crucis, el venidero 3 de mayo.

En dicho cerro se encuentran 15 cruces que representan igual número de estaciones del vía crucis, conocida como una de las devociones católicas fundamentadas en los misterios dolorosos del paso de Jesús camino a la crucifixión.

La programación inicia el 3 del mes de mayo y el once de ese mismo mes realizarán el recorrido con canto de salve, dijo Seguerí.

Es de destacar, que en la parte interna de la capilla en el cerro La Cruz se encuentra la “Santísima Cruz”, que según los moradores tiene más de 300 años de historia.

En otro orden de ideas, Seguerí informó que en el mes de junio, precisamente el 13, también en el cerro La Cruz bajarán a San Antonio de Padua, acervo religioso que ya cuenta con 40 años de ininterrumpida celebración.

Fervor

El cerro La Cruz es una montaña de un poco más de 600 metros de altura, ubicada en la parroquia Trinidad Samuel en el municipio Pedro León Torres (Carora), en donde se encuentra una capilla de inspiración católica cuya creencia se ha mantenido en el tiempo y encierra varios relatos de expresión de fe.

Una de las historias mejor contadas sobre la capilla en el cerro La Cruz es la de Agustín Oropeza, quien la escribió para el Diario de Carora, en fecha 16 de junio de 1920, y cuyo artículo tituló: La capilla del cerro La Cruz y fue dedicado al doctor Antonio Álamo.

Oropeza reseñó que el origen de la construcción de la pequeña capilla, situada al norte de la ciudad de Carora, fue pensada como un observatorio de almas desde la colina donde se levantó.

“Parece un avanzado centinela inquisitorial, siempre alerta y de facción para impedir la entrada a todo cuanto puede pervertir la sanidad moral de sus costumbres, a todo cuanto pueda perturbar su fervoroso recogimiento espiritual, a todo cuanto pueda, como un simún siniestro, conmover y derrumbar los sólidos cimientos de su piedad y de su fe”, describió.

La misma se puede observar por viajeros desde lejos recorriendo la troncal, de la carretera vieja hacia Carora; los sectores adyacentes son La Guzmanera y Barrio Nuevo.

Rememorando la influencia de la etapa de la colonia española a los pueblos de América y más específicamente, en Carora, Oropeza relató: “Sobre La Cruz, trasplantada a las selvas vírgenes de América floreció y fructificó, a maravilla. En Carora prosperó, prodigiosamente. El misticismo, producto alquitarado de la fe en intensa exaltación, prendió como en terreno preparado y cuajo cuantiosos frutos, que todavía perduran, pues no ha podido helarlos, en la travesía, el frío ventisquero de estos tiempos de hondas revoluciones en ideas y principios.”

En su artículo refiere las prácticas diarias del culto católico de los caroreños, de los cuales destaca su comportamiento apacible y tranquilo, además habla del génesis de la construcción de la capilla.

“Entre los pacíficos moradores empezó un día a correr el rumor de que había sido visto un hombre, en las altas horas de la noche, orando a las puertas de los templos, las rodillas desnudas sobre el duro y los brazos en cruz ¿Y quién podría haberle visto por primera vez, en aquel tiempo en que, cerrada la noche, nadie transitaba por las calles? Seguramente algún vecino, obligado a salir para consultar con el cura, el médico de antaño, el caso urgente de una enfermedad…Poco después, ya varios lo habían visto. ¿Quién era? Nadie lo sabía. Se veía el bulto, se apreciaban algunos de sus detalles, pero no se distinguían sus facciones”.

De generación en generación, aseguraban los vecinos sobre la permanencia de una persona por largas horas en oración, llevándose a preguntar si se trataba de un alma en pena o un pecador arrepentido.

Oropeza recoge en su historia que el misterioso hombre se acercó al vicario de la Iglesia en Carora a quien le planteó una petición y a su vez, un encargo.

“Acostumbro, por la remisión de mis culpas y para satisfacción de mi espíritu, venir de noche a las puertas de los templos, a postrarme de hinojos ante el Cordero Inmaculado, a elevar mis preces al cielo y a castigar, a la presencia de Aquel, mi carne pecadora. No puedo hacerlo de día. De noche me importuna ya la curiosidad de los vecinos y como tengo además que atravesar la población porque vivo fuera de ella, los perros del vecindario me asaltan constantemente. Deseo fabricar una pequeña capilla donde pueda entregarme libremente a mis oraciones y penitencias y suplico a usted el permiso requerido y el bien de encargarme de su construcción. Tengo el dinero necesario. Podéis contar con el permiso -le contestó el vicario- y con gusto me encargaré de la fábrica de la capilla, pero, ¿en qué punto querréis construirla?”.

Sobre las dimensiones de la capilla, el devoto financista precisó “únicamente, las suficientes para que pueda servir de lugar de retiro y de oración a un hombre y para que pueda en ella venerar a la Santísima Cruz, a la cual será consagrada”.

Ante tal encargo, el vicario acudió al sitio indicado en donde encontró una rama de olivo conociendo así el sitio de construcción de la diminuta capilla.

Salveros del cerro La Cruz

Meléndez, conocido como uno de los salveros mayores de la agrupación “Salveros del Cerro de la Cruz”, dijo que de forma mancomunada a los integrantes de la parroquia Divina Pastora y del movimiento cultural La Guzmana, reiteró el llamado al rompimiento del Novenario del Velorio de la Cruz de Mayo, a las siete de la mañana del venidero 3 de mayo.

Ese mismo día, también se celebrará una eucaristía dirigida por el sacerdote Gustavo Perozo.

Luego a las cuatro de la tarde en el cerro La Cruz habrá actividades culturales y recreativas; y posteriormente, cierra el recorrido del vía crucis y el Canto de Salve.

Por su parte, Seguerí insistió que los grupos culturales en Carora trabajan hacia la declaratoria del cerro de La Cruz como Patrimonio Natural con Significación Cultural, así como La Santa Cruz, la capilla del Cerro de la Cruz y la historia de la Capilla del Cerro de la Cruz como zona de interés cultural y patrimonial de Venezuela.

Información de: ÚN