Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que coordinaban una alcabala móvil frente al “Hotel Jirahara” al este de la ciudad, le negaron el acceso a una pareja de esposos que venían de la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda con su bebe recién nacida, quien estuvo recluida varias horas por complicaciones de salud.
Eran aproximadamente las 3 y 40 minutos de la tarde de este lunes 6 de junio, cuando se presentó una “situación irregular” a la altura del puesto policial del distribuidor “Jiharara”, donde un joven padre desesperado le rogaba al efectivo de la PNB dejarlo pasar, ya que tenia dentro del vehículo a su esposa con la niña en los brazos.
“Por Dios, señor policía, déjenme pasar que ando con mi hija enferma”, fueron las “súplicas” del muchacho que solo quería llegar a su casa en Cabudare para cumplir con el tratamiento médico de la niña convaleciente.
A pesar del “ruego” del conductor del automóvil sobre el estado de salud de su hija, y el informe médico que confirmaba las complicaciones del bebé, el jefe de la alcabala móvil le exigía el “salvonducto” para poder pasar en dirección al municipio Palavecino. “Usted por aquí no circula, vea como hace para llegar a su casa”, fueron las fuertes palabras de quien representa el “orden y la autoridad”, ante la mirada impotente de quienes permanecían en la cola tratando de pasar sin problemas.
El equipo periodístico “intercedió” en la diatriba para intentar convencer a los policías que dejaran pasar a esa familia, explicándoles los alcances del decreto emitido por el ejecutivo regional N0. 04212, donde en su Parágrafo Tercero dice textualmente que se “exceptúa de un permiso especial a las emergencias médicas que presenten sus debidos soportes vigentes emitidos por el sistema de salud pública”.
Lejos de ceder y enmendar el error, los miembros de la comisión policial también decidieron impedir el paso por la vía a nuestro equipo que cubría el hecho, y que estaba debidamente identificado, alegando que las órdenes de arriba era “que todo el mundo tenía que tener salvoconducto, incluyendo a los representantes de los medios de comunicación social”.
Esta actitud terca de los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana contradice claramente las instrucciones, claras y precisas de la propia gobernación del estado y de la ZODI-Lara, instituciones que han suscrito los decretos para “regular la circulación de personas en la entidad durante la cuarentena”, y que ha sido informado permanentemente por radio y televisión desde el Puesto de Comando Estadal, sobre cuáles son los sectores priorizados que no requieren un permiso especial para transitar por la ciudad y pasar hacia otros municipios.
Al final, tanto la angustiada familia con su bebe enferma como el equipo de prensa de Noticias Barquisimeto fueron obligados por los policías del puesto móvil frente al “Hotel Jirahara” a buscar otra vía, para poder pasar desde el este de la ciudad en dirección a la Avenida Ribereña.
