El presidente de PerúPedro Pablo Kuczynski, se enfrenta este jueves a un segundo proceso de destitución en menos de tres meses, por lo que de aprobarse en el Congreso el pedido de vacancia presidencial, el mandatario quedaría fuera de su cargo.
Para declarar la salida de Kuczynski—quien está siendo investigado por presuntos hechos de corrupción con la empresa brasileña Odebrecht—, es necesario que en el Poder Legislativo se logre un acuerdo con votación calificada no menor de los 2/3 del número legal miembros, en este caso, la aprobación de 87 de los 130 parlamentarios.

Los legisladores celebrarán un debate y una votación final este 22 de marzo, después de que el Presidente haya hecho su defensa en el Congreso, reseña el portal peruano Gestión.

De aprobarse la resolución de vacancia presidencial, deberá ser publicada “en el diario oficial dentro de las 24 horas siguientes al de la recepción de la transmisión remitida por el Congreso. En su defecto, el presidente del Congreso ordena que se publique en uno de los diarios de mayor circulación nacional, sin perjuicio de las responsabilidades a que hubiere lugar”, refiere el reglamento del ente legislativo peruano en su artículo 89, numeral E.

Agrega el citado artículo en su numeral F que la resolución que declara la vacancia rige desde que se comunica al “vacado, al presidente del Consejo de Ministros o se efectúa su publicación, lo que ocurra primero”.

De quedar aprobada la destitución de Kuczynski, asumiría la Presidencia el vicepresidente Martín Vizcarra, de acuerdo con el artículo 115 de la Constitución.

El mandatario se enfrenta a esta situación luego de que el 15 de marzo, el Congreso admitiera el pedido de moción para su destitución, medida que contó con el apoyo de diversas fuerzas políticas.

En esa oportunidad, el pleno del órgano aprobó con 87 votos a favor, 15 en contra y 15 abstenciones el debate de la moción de vacancia presidencial.

En la discusión, los congresistas argumentaron que el mandatario ha demostrado incapacidad moral para seguir gobernando el país, por su presunta vinculación con hechos de corrupción con la empresa brasileña Odrebrecht cuando era funcionario del entonces jefe de Estado, Alejandro Toledo (2001-2006).

Odebrecht envió en diciembre del año pasado un reporte a la comisión Lava Jato del Congreso, en el que admitió haber pagado más de 782.000 dólares a la consultora Westfield Capital, del actual Presidente de Perú, por asesorías hechas entre 2004 y 2007. En ese período, Kuczynski era ministro de Economía y primer ministro de Toledo.

El mandatario había negado tener algún vínculo comercial y laboral con la constructora; sin embargo, su palabra fue puesta en duda, en vista de que se presentaron boletas de pago que lo relacionan.

El primer pedido de vacancia contra Kuczynski se realizó el 21 de diciembre del año pasado, pero la abstención de Kenji Fujimori y nueve legisladores impidieron su destitución.

Tras el apoyo de Kenji, el hijo predilecto del exdictador Alberto Fujimori (1990-2000), Kuczynski indultó el 24 de diciembre a Fujimori, al alegar razones humanitarias debido a su estado de salud, y lo libró así de completar su pena de 25 años por delitos de lesa humanidad, homicidio calificado, secuestro agravado y actos de corrupción.

Cuando faltan menos de 24 horas para que el pueblo peruano conozca si Kuczynski sigue al frente de la Presidencia, el pasado martes, dirigentes de Fuerza Popular, el mayor partido de oposición en el Congreso de Perú mostró videos y audios que demostrarían una supuesta compra de votos para evitar que el mandatario sea destituido de su cargo. En estos hechos estaría involucrado Kenji Fujimori, denunciaron los congresistas.

AVN