Migrante deportado denuncia las torturas sufridas en la mega-cárcel Cecot del Salvador

Las agresiones físicas, la desnutrición y la privación del sueño fueron algunos de los métodos utilizados en el Cecot.

El desastre migratorio que provocó Donald Trump en Estados Unidos, a través de sus deportaciones masivas, ha dejado a muchas personas pagando por los crímenes de otros; un claro ejemplo es el caso de Kilmar Ábrego García, quien ha denunciado las atrocidades que sufrió en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador.

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Las agresiones físicas, la desnutrición y la privación del sueño fueron algunos de los métodos utilizados en el Cecot, según relató el migrante ilegal y exconvicto sin causa justa. Abrego dio a conocer todas sus vejaciones a través de sus abogados.

Los representantes legales de la víctima informaron a las autoridades judiciales durante un tribunal en el condado de Maryland, Estados Unidos, donde se presentó una queja por escrito.

Cada una de estas violaciones a los derechos humanos que sufrió Ábrego en el Cecot resultó en la pérdida drástica de 14 kilos, lo cual se presentó como prueba de insuficiencia alimentaria durante las dos semanas que permaneció en el centro penitenciario. Mientras tanto, una intensa presión mediática se cernía sobre los directivos en Estados Unidos debido a su caso.

A pesar de que el Tribunal Supremo ordenó el regreso de Abrego a territorio estadounidense, tanto Bukele como Donald Trump se negaron a cumplir con lo estipulado por la ley y procedieron a difamarlo, alegando que formaba parte de la pandilla Mara Salvatrucha, conocida como MS-13.

El regreso del migrante a Estados Unidos se concretó el 6 de junio, y actualmente se encuentra en una prisión en Nashville, donde, tras un proceso judicial, fue declarado culpable de los delitos que se le imputaron. Además, es perseguido por el Gobierno para justificar el error cometido por el sistema en su caso.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas pretende deportarlo tan pronto como pise la calle; por ello, sus representantes legales prefieren que permanezca en custodia federal hasta que se resuelvan completamente sus problemas con la justicia.

Ábrego ingresó a Estados Unidos de manera ilegal en 2012, cuando aún era menor de edad. Se estableció en Maryland, donde contrajo matrimonio y tiene un hijo. En la actualidad, es un asilado en Estados Unidos, ya que en su país natal era perseguido junto con su familia.

Hender «Vivo» González

Con información de Telesur