Messi-Mbappé-Neymar: un tridente dividido

En el vestuario del PSG hay signos de conflictos: Navas, Donnarumma, los sudamericanos…

La imagen de Kylian Mbappé quejándose de Neymar ante Gueye en el banco de suplentes durante el PSG-Montpellier es una muetras más de que el vestuario del equipo galo está convulsionado con tantas figuras dentro de ellos. Y esa actitud del francés ante el brasileño no podría ser un hecho aislado, sino el producto de ciertos caracteres diferentes, que necesitan una atención primaria más importante que el de sus otros compañeros.

Semana cargadita

Antes de esa imagen que dio vuelta el mundo en la que Mbappé protestaba por el supuesto egoísmo de Neymar con él en el campo de juego, la semana había comenzado con la versión de que el ‘clan’ sudamericano apoyaría incondicinalmente a Keylor Navas en la lucha que el arquero costarricense tiene con el italiano Gigi Donnarumma para hacerse un fijo para Mauricio Pochettino.

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El momento en que Messi se lesiona la rodilla en el PSG vs Lyon

Cuidado con los amigos

La disconformidad de Mbappé no hace más que certificar que no está contento con su situación actual y que es indudable que si tiene alguna ‘rencilla’ con Neymar, lo tendrá a larga con Messi, ya que el brasileño y el argentino son más que compañeros, porque arrastran una amistad desde que coincidieron en el Barcelona y que, continuamente, lo certifican con publicaciones públicas en las redes sociales.

Conato ‘belicoso’

El tema ahora pasa por ver como gestiona Mauricio Pochettino este principio de conato ‘belicoso’ que se cierne en la entrañas de su parcela. Lo curioso es que todo esto llega muy pronto en la temporada, con todo en juego y antes de un partido clave ante el Manchester City, que puede significar la preocupación o la tranquilidad de las fechas venideras en la Champions League.

Lapidarias palabras

El “A mi no me lo pasa” de Mbappé a Gueye (en el que incluso utilizó la palabra ‘clochard’, que significa, literalmente, algo así como vagabundo o sin techo) y, en menor medida, el 8 a 2 (partidos jugados) de Navas a Donnarumma, son dos acontecimientos que Pochettino tendría que tener en cuenta si no quiere que los ‘gallos’ y ‘gallitos’ de los vestuarios conviertan esas entrañas en un ‘polvoriento’ ambiente que no sería, para nada, el adecuado, y aún menos, el deseado, en un club en el que todas las aspiraciones están puestas en lograr todos los títulos en juego, con la mira puesta, especialmente, en la tan deseada Champions League.

Números malos

Uno de los motivos por los cuáles podría haberse quejado Mbappé tras ser cambiado es su tremenda sequía goleadora que arrastra y que ya acumula cuatro partidos sin poder gritar un gol. Una racha adversa que es la peor desde septiembre de 2019.

La llegada de Messi cambió sustancialmente el equilibrio dentro del vestuario

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