Los JJ.OO. de Tokio postergados para 2021 en riesgo de no celebrarse

Los JJ.OO. de Tokio postergados para 2021 en riesgo de no celebrarse. Kentaro Iwata cree que podría suspenderse debido a la pandemia del COVID-19.

«Hay dos factores necesarios para que se celebren los Juegos: que Japón tenga bajo control la COVID-19 y que el resto del mundo la tenga bajo control. (…) Japón podría controlar la enfermedad, pero no creo que eso vaya a pasar en todos los países de la Tierra», destacó el epidemiólogo nipón en rueda de prensa.

Iwata, fue de los primeros en alarmar sobre los procesos de confinamiento en febrero del crucero Diamond Princess, dice ser «muy pesimista» con este asunto.

«A no ser que organicen los Juegos con un formato muy distinto, sin público o con una participación muy limitada, no creo que vayan a celebrarse», expuso.

A los JJ.OO. asisten cientos de naciones, «tienes que invitar a muchos atletas de muchos países, lo que no es muy compatible con esta COVID-19, que es una pandemia».

Así opinó el médico japonés y experto en enfermedades infecciosas Kentaro Iwata, con experiencia de campo en los brotes del SARS o el ébola.

Las cifras de contagio en Europa o EE.UU. superan a las de Japón, debido a la exitosa estrategia inicial de control de focos de la nación.

A pesar del buen control sanitario, Tokio u Osaka registran gran número de casos. Los JJ.OO. de Tokio postergados para 2021 en riesgo de no celebrarse.

«El número de casos nuevos es relativamente estable y mi temor es que haya una explosión de casos, lo que no ha pasado, a pesar de que el número de test está por debajo de lo adecuado», dijo el doctor.

Ante los señalamientos contra Japón de encubrir casos y muertes por el COVID-19, Iwata señaló que los datos oficiales son «relativamente fiables», pese al hermetismo.

«El Gobierno nunca ha tratado de contar todos los casos, desde el principio. No hay que considerar el número oficial como un número preciso, (…) si no como un indicador de la tendencia» sobre la aceleración o la desaceleración de la propagación.

Pese a que la estrategia inicial de Japón fue positiva, el país debió preparar un plan alterno en caso de que dejara de funcionar, señala Iwata.

«Japón, históricamente hablando, no es muy rápido cambiando de estrategia. Le lleva mucho tiempo cambiar a un plan B, porque hacerlo es admitir que el primero falló. (…) El aumento de tests, las habitaciones de hotel para pacientes asintomáticos y leves son el tipo de medidas que necesitábamos desde febrero», consideró.

Información: Líder En Deportes