La mayoría de nosotros conocemos los múltiples beneficios de un cítrico como el limón, pero casi siempre desperdiciamos la mitad de sus bondades, es decir, su cáscara.
A lo largo de los años hemos estado acostumbrados a utilizar el zumo de limón para fines culinarios o medicinales. Sin embargo, dejamos atrás las propiedades curativas con las que el limón cuenta en su cáscara, que contiene de 5 a 10 veces más vitaminas que su jugo.
Este cítrico tiene muchos beneficios para la salud que quizás no sepas, y es mejor tener en mente antes de desechar la cáscara de limón, ya que cuenta con distintas propiedades.
¿Cuáles son los beneficios de la cáscara de limón?
- En la cáscara del limón se encuentran sustancias medicinales muy importantes como su aceite esencial, citronela, felandreno, vitamina C, ácido cítrico, ácido málico, ácido fórmico, hesperidina o pectinas, entre otras.
- Entre sus propiedades se ha encontrado que la cáscara de limón es un potente eliminador de toxinas del cuerpo y, por lo tanto, también tiene un efecto rejuvenecedor.
- Combate la hinchazón abdominal, reduciendo a su vez los gases intestinales.
- Ayuda a depurar el hígado gracias a sus efectos desintoxicantes, que estimulan la eliminación de sustancias tóxicas y desechos.
- Favorece la digestión y previene problemas de estreñimiento.
- Por sus altos contenidos de vitamina C y otras vitaminas, es un potente fortalecedor del sistema inmunológico que ayuda a prevenir infecciones, gripes, resfriados y problemas respiratorios.
- Favorece la alcalinidad de la sangre.
- Ayuda a disminuir los niveles de presión arterial alta.
- Combate el nerviosismo.
- Es antiséptica.
- Elimina el exceso de grasa en la piel, gracias a sus propiedades astringentes.
- Ayuda a blanquear las manchas en la piel y los dientes.
¿Qué usos puedo encontrar en la cáscara de limón?
Generalmente la cáscara de limón es utilizada para postres y otras recetas culinarias que necesitan un toque cítrico característico. Sin embargo, podemos incluirlos con más frecuencia en nuestra dieta.
- Lava muy bien el limón y llévalo al congelador las horas que sean necesarias para que se congele bien. Una vez que esté congelado, puedes rallarlo para aprovechar su cáscara, o también puedes optar por licuarlo.
- Los usos de la cáscara de limón rallada son múltiples, por ejemplo, la puedes espolvorear en tus postres, ensaladas, jugos, salsas, arroces, o platos de pescado, entre otros.
- Cuando quieras disfrutar de una limonada, opta por licuarla con cáscara y todo para aprovechar al 100% los beneficios del limón. El sabor se verá un poco alterado, pero será igualmente delicioso y muy refrescante.
- Utiliza la ralladura de limón para darle un toque especial a tus cócteles de whisky, vino o vodka.
Receta infaltable: té de cáscara con limón
Este té es ideal para desintoxicar el organismo, eliminar toxinas y combatir los radicales libres que se acumulan en nuestro cuerpo como consecuencia de la contaminación, los productos químicos; tanto el humo de cigarrillo, o la mala alimentación, entre otros.
Además, es antibacteriano y antimicrobiano, y previene resfriados por su alto contenido de vitamina C.
Ingredientes
- 1 litro de agua
- La cáscara y el zumo de 2 limones
- Miel o stevia
Preparación
- En primer lugar, debes poner a fuego alto el litro de agua junto con la cáscara de los dos limones, y dejar que hiervan durante 15 minutos.
- Cuando ya haya pasado el tiempo recomendado, se retira del fuego y se le agrega el zumo de los dos limones.
- Finalmente, lo puedes endulzar con un poco de miel o stevia.
El té de limón se puede tomar frío o caliente después de cada comida, a excepción del desayuno, en cuyo caso es mejor consumirlo antes (en ayunas).