La justicia electoral de Brasil inhabilita a Bolsonaro por ocho años, no podrá presentarse a las próximas elecciones

La justicia electoral de Brasil suspendió este viernes los derechos políticos al expresidente Jair Bolsonaro por ocho años, en una histórica condena medio año después de que terminara su polémico mandato.

Cuatro de los sietes jueces consideraron que el exmandatario de 68 años incurrió en “abuso de poder y uso indebido de medios de comunicación” por exponer ante 40 embajadores su infundada teoría contra la fiabilidad de las urnas electrónicas tres meses antes de las elecciones.

Ese encuentro fue transmitido por el canal de televisión oficial del gobierno. La ley electoral considera que el abuso de poder político se produce cuando el imputado se aprovecha de su cargo y utiliza los bienes públicos con el fin de influir en el elector.

La justicia electoral de Brasil suspendió este viernes los derechos políticos al expresidente Jair Bolsonaro por ocho años, en una histórica condena medio año después de que terminara su polémico mandato.

Recurrir “una injusticia”

Antes de la decisiva sesión, el exmandatario advirtió de que recurrirá la inhabilitación en el propio TSE y en el Supremo Tribunal Federal (STF).

“Voy a conversar con mis abogados, y un recurso irá al STF”, dijo a una radio.

“Este juicio no tiene ni pies ni cabeza (…). No ataqué el sistema electoral, solo mostré los posibles fallos”, agregó.

El jueves, aseguró que no hizo “nada concreto” contra la democracia y que “hasta la gente de izquierda” considera el juicio absurdo.

Pero parece difícil que las cosas cambien. La prensa brasileña especula desde hace tiempo sobre el futuro del bolsonarismo. Entre los candidatos a sucederle figuran los gobernadores de Sao Paulo y Minas Gerais, Tarcísio de Freitas y Romeu Zema, o su esposa Michelle.

Un legado oscuro

La decisión del TSE empaña todavía más el mandato de Bolsonaro, que fue muy cuestionado entre otras cosas por su desmedido apoyo al agronegocio en detrimento del medioambiente, su insistencia en armar a la población para autodefenderse o su negación de la pandemia del coronavirus, que dejó casi 700.000 muertos en Brasil.

Su teoría sobre la poca fiabilidad de las urnas, que repitió en múltiples ocasiones durante años, habría motivado a que sus partidarios radicales clamaran fraude en las elecciones y que, pocos días después de la investidura del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, invadieran y destrozaran las sedes de los tres poderes en Brasilia.

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Por esos hechos, el mandatario también está siendo está siendo investigado en el Supremo Tribunal Federal (STF).

Además, tiene abiertas otras 15 causas en el TSE por irregularidades durante las pasadas elecciones, que perdió frente a Lula, y por lo menos cuatro en el STF, una de ellas por asociar, también sin pruebas, la vacuna contra coronavirus al riesgo de contraer sida.

Con información de Actualidad RT