Greenpeace advierte el daño ambiental irreparable a la selva por construcción de Tren Maya

El Tren Maya, uno de los proyectos insignia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha detonado muchas críticas de que pone en riesgo al ecosistema de esa área turística.

A las protestas ahora se suma la organización Greenpeace, que pide al mandatario evitar un impacto ambiental irreparable. López Obrador defiende que la obra traerá beneficios, y afirma que cuentan con el apoyo de comunidades indígenas de la zona.

Leer también: Desarticulan banda de estafadores al oeste de Barquisimeto

Once ambientalistas de Greenpeace se encadenaron a las máquinas que trabajaban en el megaproyecto bandera del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Aleira Lara, directora de Campañas de la ONG, sostiene que han tumbado cerca de 30 kilómetros de largo dentro de la Selva Maya, aunque las autoridades federales hablan de reubicación y no de tala de árboles.

Encadenados a las retroexcavadoras. Así, activistas de Greenpeace pararon durante 12 horas las operaciones del Tren Maya en el estado mexicano de Quintana Roo, en la península de Yucatán.

El megaproyecto es uno de los programas más destacados de la administración de Andrés Manuel López Obrador. Su apuesta es construir más de 1.554 kilómetros de ferrocarril en cinco estados del sureste, que han sido de los más pobres del país. Estos son Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Aunque el Gobierno Federal afirma que el proyecto traerá desarrollo y moverá la economía del sureste del país, grupos ambientalistas denuncian que la construcción de las vías ferroviarias afecta la fauna y la flora de uno de los ecosistemas más preciados de México. Y es que el tren atravesará parte de la Selva Maya, que hace parte del segundo bosque tropical húmedo más extenso de Mesoamérica.

El tramo que más ha levantado polémica es el número cinco. En France 24 en Español, Aleira Lara, directora de Campañas de Greenpeace, explica que de los 121 kilómetros que tendrá esta parte a través de la selva, ya han deforestado 30 kilómetros, con una vía que tiene 60 metros de ancho.

Y es que las autoridades federales modificaron el proyecto original. Inicialmente, en ese sector el tren sería elevado, pero luego lo cambiaron para que pasara a ras de piso. Luego, modificaron la ruta para poder acelerar las obras y cumplir con la fecha de entrega. Fue entonces cuando la adentraron en la selva. En enero de este año, el presidente López dijo que “llueva, truene o relampaguee” inaugurarán el Tren Maya a finales del 2023.

Sin embargo, cuando lanzó la obra en 2018, el mandatario prometió que no se iba “a tirar ni un solo árbol” con el ferrocarril. Ahora, antes las denuncias de deforestación, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) sostiene que no hay tala, sino reubicación de más de 20.000 árboles que estaban ubicados en la carretera federal Cancún-Tulum. Esta es una de las múltiples denuncias que hacen las organizaciones sobre el posible daño ambiental que implica el Tren Maya.

Con información de France 24