El virus que causa la influenza A H1N1 está asociado a la cepa pandémica de la gripe española

Hallan mutaciones en la cepa que pudieron ayudarla a adaptarse a los humanos.

El virus que causa la influenza A H1N1 de la gripe estacional está asociado a la cepa pandémica de la gripe española, sugiere una nueva investigación en la que analizaron el genoma de muestras de museos de Alemania y Austria recogidas durante la crisis sanitaria de 1918.

Los investigadores de Berlín compararon la evidencia de antes y después del punto álgido de la pandemia del pasado siglo (1918-19), y detectaron mutaciones en la composición del H1N1, que pudo ayudar a adaptarse a los humanos.

La conclusión, preliminar por la poca cantidad de muestras, es que existe una variación en el gen de la nucleoproteína, que está vinculada a la resistencia a la respuesta antiviral del virus.

Al respecto, algunos expertos señalan que tras la anterior pandemia, probablemente el patógeno fue perdiendo agresividad.

Las diferencias con el virus de entonces, que causó millones de muertos, pueden atribuirse a una combinación de la adquisición de inmunidad en la población y a que el virus cambió para hacerse más transmisible en los humanos, causando una pérdida de virulencia.

Con relación a esto, Últimas Noticias consultó a Juan Carlos Uribe, médico internista adjunto del Servicio de Medicina Interna del hospital de Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) José María Caraballo Tosta, de Maracay, estado Aragua. Aclara que la “gripe española” fue el momento en que surgió la cepa H1N1 y la humanidad no estaba preparada inmunológicamente para enfrentar ese virus, que era nuevo en ese momento. No había “inmunidad de rebaño”, por lo que el resultado fue catastrófico.

“Más de 100 años después, estamos mucho mejor preparados inmunológicamente porque tenemos más de un siglo en contacto con el virus, y tecnológicamente por la capacidad de producir vacunas y antivirales para combatir el cuadro clínico producido por el virus, especialmente en los pacientes de mayor riesgo”, dijo.

El doctor agrega que lo mismo pasa con todos los virus; evolucionan y en algún momento, un cambio en éste puede producir cambios drásticos y potencialmente catastróficos en sus efectos en los seres humanos.

La H1N1 de 2009

Con la emergencia que se produjo en 2009 por un nuevo H1N1, los segmentos son diferentes, porque su H1 es una derivación del virus porcino, pero sí tiene su origen en 1918. Lo que no es igual, es que el más reciente logró evolucionar en cerdos.

Uribe indica que siempre hay una circulación entre distintas especies (aves, cerdos, humanos), y en esa interacción, es cuando se producen las mutaciones que, en su conjunto, se les denomina “evolución”. El internista señala que el proceso de recombinación de los antígenos virales es el que produce las diferentes cepas del virus y pueden provocar cambios abismales en el comportamiento viral.

Es por eso que la cepa del H1N1 es una de 198 posibles que provienen de la combinación de dos antigénicos: hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N) de las que se han caracterizado 18 y 11 tipos diferentes, respectivamente.

En ese sentido, las denominaciones de cada cepa se expresa, por ejemplo, como H1N1, H1N5, H7N9 y más. La virulencia de la cepa H1N1 no es mucho mayor que la de la tradicional H2N3. De esta forma, dos cepas distintas de un mismo virus pueden producir cuadros clínicos similares, lo que comúnmente se conoce como “gripe” o “catarro”.

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Una gripe común

Desde el punto de vista científico, la infección por el virus de influenza A H1N1 es un cuadro gripal, por lo general, leve y autolimitado; se cura sin medicamentos en más de 99 % de los casos. Es una “gripe común” dentro de una variedad de cepas de influenza A que son leves como la H3N2 y la propia H1N1, y catastróficas como la H5N1 y H7N9.

Los síntomas son los de cualquier infección viral como fiebre, tos, malestar general, moco nasal y otros, con intensidad variada, dependiendo de cada paciente y en algunos con dificultad respiratoria acentuada, vómitos, deshidratación y otros, hasta alcanzar en ciertos casos el estado “crítico” de la insuficiencia respiratoria aguda y el shock. Todas las personas son susceptibles a la infección, pero, quienes tienen algunas enfermedades, pueden complicarse.

Datos

Los inmunocomprometidos como las embarazadas, personas con lupus, wagener y asma, enfisema, diabetes mellitus, obesidad, enfermedad renal crónica, cirrosis hepática, fumadores crónico, con cáncer, entre otras, pueden tener complicaciones y morir.

La variante de influenza A tradicional antes de la pandemia de H1N1 de 2009 era la H3N2, que producía entre 250.000 a 500.000 muertes anuales a escala global, lo que representa un 1% de los infectados.

En cuanto al virus del Sars-Cov2, un solo paciente puede infectarse con el virus de la influenza y el covid-19, lo que no necesariamente quiere decir que tendrá una evolución mala o desarrollará un cuadro clínico grave.

Todo dependerá de su condición de salud general. Los brotes de influenza matan fundamentalmente a jóvenes, ancianos o debilitados.

Con información de Ultimas Noticias