Hay peloteros que transcienden culturas y costumbres. Gracias a su juego y rendimiento dentro del diamante de juego. Ese es el caso del venezolano Luis Aparicio. Único criollo exaltado al Salón de la Fama del mejor beisbol del mundo.
Pero su legado como jugador no queda allí. El mítico campocorto que lucía el número ‘11’ en su espalda cuenta además con su propia fecha. El 11-11 es conocido como el día de Luis Aparicio.
El oriundo de Maracaibo, se ganó el homenaje en su ciudad desde el año 2011. Figura icónica deportiva del país y parte del museo de Cooperstown, Aparicio se convirtió en aquel ejemplo a seguir de los peloteros venezolanos.
El excampocorto inició su carrera de beisbolista con la novena de Gavilanes BBC, conjunto de la capital zuliana. Debutó a nivel profesional el 18 de noviembre de 1953 dentro del terreno frente a Pastora.
En el circuito de pelota criolla vistió los uniformes de Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia, Tigres de Aragua y Cardenales de Lara.
En la Gran Carpa vio acción durante 18 temporadas completas, entre los años 1956-1973. Su primera experiencia grandeliga fue con Medias Blancas de Chicago. Aquella primera zafra, hizo de las suyas para obtener el premio al Novato del Año.
Orioles de Baltimore y Medias Rojas de Boston otras franquicias que tuvo en sus filas a Luis Aparicio. 10 Juegos de Estrellas, nueve Guantes de Oro, un anillo de Serie Mundial y su exaltación al Salón de la Fama (1984), el hijo de ‘El Grande’ tiene su merecido homenaje.
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