EE.UU. ha deportado a 150 venezolanos en este 2018

A pesar de prometer millones de dólares para ayudar a los venezolanos que huyen de su país y de exhortar a aliados en la región “a hacer más” sobre el hambre y la opresón que sufre el pueblo venezolano, el gobierno del presidente Donald Trump ha estado deportando a venezolanos que vinieron a Estados Unidos ilegalmente o se quedaron después de vencer su visa por temor a regresar al país. Así lo recoge un artículo de Franco Ordóñez que hoy publica El Nuevo Herald.

La Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) ha deportado a 150 venezolanos en el año fiscal 2018, entre ellos 9 este mes, cuando el vicepresidente Mike Pence estaba en Lima, Perú, para la Cumbre de las Américas, donde prometió hacer “todo lo que esté a nuestro alcance para apoyar a los que huyen de la tiranía”.

“Desafortunadamente, muchos venezolanos aquí no tienen residencia permanente, no son ciudadanos estadounidenses, no tienen visa, pero tienen temor de regresar a Venezuela”, dijo Adriana Kostencki, abogada de la Asociación Venezolana-Americana de Abogados, en Miami, que cabildea al gobierno en Washington para proteger a los venezolanos de la deportación. “Pero es luchar contra un gobierno que no ha sido muy amistoso con la inmigración”.

El vicepresidente Pence pronunció un apasionado discurso en Lima ante más de 30 jefes de Estado en la Cumbre de las Américas hace unos días, donde prometió entregar $16 millones adicionales a otros países para que ayuden a los venezolanos que han huido por la crisis económica, y presionó a aliados a seguir el ejemplo de Estados Unidos en aislar al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Durante una reunión con líderes de la oposición venezolana, Pence habló de la falta de alimentos e insumos básicos en los principales hospitales. Dijo que muchos estadounidenses no entienden los problemas que han llevado a millones de venezolanos a huir de “la opresión de la dictadura” que ha creado el mayor desplazamiento de personas en la historia de América Latina.

“Estamos con el pueblo de Venezuela y seguiremos haciendo todo lo que está en nuestro poder para ofrecer apoyo a los que han huido de la tiranía”, dijo Pence al grupo.

Delincuentes convictos

El gobierno federal informó que de los 150 venezolanos deportados, aproximadamente una tercera parte son delincuentes convictos que cometieron un amplio abanico de delitos, desde casos de tránsito hasta secuestro y agresión sexual.

El gobierno no respondió a preguntas sobre las deportaciones, pero dijo que está discutiendo internamente maneras de ayudar a los venezolanos que llegan a la frontera, incluida la posibilidad de ofrecerles asilo.

Más venezolanos están pidiendo asilo en Estados Unidos que ciudadanos de ningún otro país. El Servicio de Ciudadanía e Imigración informa que más de 27,600 venezolanos solicitaron asilo en el año fiscal 2017, un aumento de casi 400 por ciento en comparación con los dos años anteriores.

El asilo por lo general se otorga a personas que no pueden regresar a sus países debido a la persecución por motivos políticos, de raza, religión, origen nacional o un grupo social particular. Los que lo reciben pueden vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos y más tarde solicitar la residencia permamente y la ciudadanía.

Asilo dificil de conseguir

Pero el el caso de los venezolanos, el asilo ha sido difícil de conseguir. Un alto funcionario del gobierno federal dijo que los casos de asilo no tienen limitaciones por país, y cada solicitud se evalúa por sus propios mértos, que toma en cuenta las circunstancias específicas de la persona y las leyes y políticas aplicables.

John Pratt, abogado de inmigración del sur de la Florida que representa a venezolanos en casos de asilo, dijo que la mayoría de las solicitudes las rechazan.

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El gobierno federal también ha acelerado el proceso de solicitud de asilo para los casos más recientes, lo que obstaculiza las posibilidades para los que no pueden trabajar mientras se procesa la solicitud. Los venezolanos quedan particularmente afectados, considerando la gran cantidad de solicitudes recientes y los retos para que las aprueben.

“Lo que estamos tratando de hacer es asegurar que los que solicitan asilo cumplan los requisitos para quedarse y obtener el permiso de trabajo mientras se procesa su solicitud, y no estén tratando de saltarse el proceso”, dijo el alto funcionario del gobierno.

Piden un TPS para venezolanos

Kostencki también ha presionado al gobierno para que proteja a los venezolanos a través de un Estatus de Protección Temporal (TPS), que permite a personas de un país que sufre un desastre natural, conflicto armado u otras circunstancias extraordinarias, permanecer en Estados Unidos y trabajar legalmente hasta que se normalicen las condiciones por las que se otorgó el TPS. Pero el gobierno de Trump ha criticado el programa y está eliminándolo para cientos de miles de haitianos, salvadoreños y nicaragüeses, y es poco probable que lo otorgue a otro grupo.

James McCament, subdirector del Servicio de Ciudadan’ia e Innmigración, le escribió a Kostencki el año pasado para decirle que el gobierno estaba monitoreando la crisis en Venezuela pero que TPS se basa en criterios específicos y que el gobierno también tiene fuera del TPS programas humanitarios para venezolanos que cumplan los requisitos.

Sin un TPS o el asilo, los venezolanos tienen pocas oportunidades de permancer legalmente en el país. Pratt, el abogado de inmigración, considera irónica la falta de protecciones que se ofrece a los venezolanos tomando el cuenta la postura agresiva del gobierno sobre Venezuela y las promesas de ayudar de cualquier manera posible.

“Por una parte, reconocemos que están en una cierta categoría especial”, dijo Pratt. “Por otra parte, no reconocemos esa categoría, no para fines de protección migratoria”.

El Nuevo Herald