Dusty Baker: “Quiero mucho a Venezuela”

La Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) se ha considerado la cuna de grandes jugadores venezolanos que han llegado a las Mayores desde los tiempos de su fundación en 1946.

Ahora bien, por ella también han pasado jugadores importados de la talla de Joe Girardi, Don Baylor, Clint Hurdle, Pete Rose, entre otros, el cual tienen en común que tras su paso por Venezuela, se convirtieron en mánagers de un conjunto de la MLB.

Dusty Baker no se escapa de esa nutrida lista de peloteros foráneos que en la década de los setenta viajaron al territorio nacional para deslumbrar a los fanáticos. En el caso del ahora estratega de los Astros de Houston, vistió los colores de Tiburones de La Guaira en la contienda 1974-1975, siendo parte de un equipo liderado por Oswaldo Blanco y Paul Casanova.

“En primer lugar fui a jugar a Venezuela porque quería recuperarme. Fue un año duro para mí en las Mayores”, resaltó Baker al recordar sus días en la pelota invernal. “Lo que más recuerdo de Venezuela es a Paul Casanova, porque él mismo me preguntó si quería jugar en su equipo y definitivamente estuve dispuesto a ir a jugar. Allá conocí a personas excelentes. Manny Trillo fue uno de mis compañeros más cercano; Enzo Hernández; Oswaldo Blanco y Dámaso Blanco también amigos muy cercanos en esa época”

Su paso en la LVBP fue una gran ayuda
Baker, quien defendía los jardines cuando era pelotero activo aprovechó el momento para recordar la gran ayuda que le sirvió ir a Venezuela y mejorar su problema de concentración en el campo.

“Recuerdo haber conocido a un Dr; ‘Dr Giraldi’ y fue la primera persona que vi. No sé si era psicólogo o psiquiatra, pero me ayudó con mi problema de concentración y digamos que no me hipnotizó, sino más bien que me llevó a un estado mental de relajación y gracias a él pude mejorar ese problema”, destacó Baker.

“En general quiero mucho a Venezuela. Una de las cosas que más recuerdo es que yo vivía arriba de una panadería y cada mañana, a las 6 de la mañana, el olor a pan fresco me despertaba y era imposible volverse a dormir; por eso es que tenía que ir a comprar pan todos los días. Qué gran momento viví allí”. 

Para Baker ese paso por la LVBP fue más que suficiente para entender la madurez de los peloteros venezolanos. “Es bueno tener peloteros de Venezuela en tu róster. Siempre me encargo de adivinar de dónde son por sus acentos y costumbres. En mi carrera he dirigido a muchos venezolanos y, definitivamente, es grandioso verlos jugar beisbol”.

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