Choque de poderes en Perú: Presidente Vizcarra disuelve el Congreso y luego los diputados lo suspenden como mandatario

Los parlamentarios opositores declararon la “incapacidad moral” del mandatario y juramentaron como Presidenta interina a Mercedes Aráoz

Una nueva crisis política conmueve al Perú. En la tarde del lunes, el Presidente Martín Vizcarra anunció la disolución del Congreso y el llamado a elecciones parlamentarias anticipadas. Pero el Parlamento decidió resistir la medida y unas horas más tarde votó la suspensión del Presidente de la República por “incapacidad moral” y nombró como presidenta interina a la vicepresidenta Mercedes Aráoz.

La moción para suspender al mandatario por 1 año fue aprobada por unanimidad, en una sesión a la que asistieron solo 86 de los 130 parlamentarios, en su mayoría del partido fujimorista Fuerza Popular, su aliado el Partido Aprista, y representantes de derecha y extrema derecha.

Momento del debate en el Congreso peruano

Esta medida del Congreso abre interrogantes en Perú, que pasa a tener dos presidentes, Vizcarra y Aráoz, quien se había distanciado del actual gobernante, aunque ambos fueron elegidos como compañeros de fórmula de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).

Aráoz, una economista de 58 años que fue ministra del segundo gobierno de Alan García (2006-2011), juró inmediatamente como presidenta en funciones ante el jefe del legislativo, el opositor Pedro Olaechea.

“Es mi deber como ciudadana, mujer, madre y vicepresidenta asumir este mandato. Lo más fácil habría sido renunciar. No me corro a mis responsabilidades por más difíciles que sean las circunstancias”, dijo Aráoz, quien calificó como “inconstitucional” la disolución del Congreso.

Casi a la misma hora fue publicado en el diario oficial El Peruano el decreto de disolución del Congreso, con lo que formalmente entra en vigor la decisión de Vizcarra.

Olaechea dijo que el Congreso votará el viernes 4 de octubre la moción de destituir definitivamente a Vizcarra.

“He decidido disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas. Esto es un acto constitucional”, señaló Vizcarra en un mensaje televisado luego de que el Congreso decidiera votar por la elección del Tribunal Constitucional a pesar de un pedido en contra del Ejecutivo.

Señaló que espera que “esta medida excepcional permita que la ciudadanía finalmente se exprese y defina en las urnas y mediante su participación el futuro de nuestro país”.

Vizcarra se dirigió al pueblo peruano para decirle que en su país se “está haciendo historia y este momento lo recordarán las siguientes generaciones”.

“Cuando lo hagan espero que recuerden la magnitud de esta lucha, que es contra uno de los males endémicos que tanto daño le ha hecho al Perú y que no le ha permitido crecer como se merece y como nos merecemos todos los peruanos”, indicó en referencia a su política de lucha contra la corrupción.

Vizcarra tomó la decisión después de que el Congreso lo desafiara y eligiera a un nuevo miembro del Tribunal Constitucional (TC) sin discutir la cuestión de confianza presentada por el Ejecutivo para intentar detener ese proceso.

Tras el anuncio del jefe de Estado, un grupo de legisladores de la alianza opositora Fuerza Popular, de la ex candidata presidencial Keiko Fujimori, presentó una moción para declarar la destitución de Vizcarra por permanente incapacidad moral.

La decisión del legislativo, que domina el partido fujimorista Fuerza Popular, se tomó en medio de una jornada caótica, que a primera hora incluyó la presentación del pedido de confianza por el primer ministro, Salvador del Solar, quien poco antes se encontró con las puertas del hemiciclo cerradas.

Marchas de apoyo

La disolución del Congreso peruano fue recibida con marchas de apoyo en varias ciudades del país, como muestra espontánea de respaldo a la medida del mandatario.

Las primeras movilizaciones de grupos civiles, políticos y juveniles se concentraron en la céntrica Plaza San Martín, en el casco histórico de Lima, y se desplazaron hacia el Palacio Legislativo. Las banderas nacionales con los colores rojo y blanco, carteles que reclamaban el “cierre del Congreso” y banderolas del partido izquierdista Nuevo Perú eran portados por los manifestantes que saludaron la decisión de Vizcarra.