La información la dio a conocer el mandatario durante un discurso ante el órgano legislativo. Desde allí pidió a los congresistas que se suspendieran los gravámenes del combustible por un periodo de tres meses.
Biden aseguró que la solicitud de eliminar el impuesto a la gasolina y al diésel tiene como objetivo mitigar la subida de los precios. Los mismos han alcanzado niveles históricos de 7,11 dólares por galón.
En ese sentido, el jefe de Estado hizo un llamado «a una moratoria fiscal federal para la gasolina, una moratoria fiscal estatal«. Dicha acción logrará que los costos se reduzcan en un dólar o más.
Actualmente el impuesto federal se posiciona en 18 centavos por galón para la gasolina y en 24 centavos por galón de diésel.
Más tarde, desde la Casa Blanca enviaron un comunicado donde responsabilizaron por la caótica situación al presidente de Rusia, Vladímir Putin. Según el texto, la iniciativa de Biden tratará de dar alivio a los «consumidores estadounidenses afectados por el aumento de precios del presidente ruso».
No obstante, en reiteradas ocasiones el jefe del Kremlin ha desmentido las acusaciones. De acuerdo con Putin, la drástica subida de los precios en países occidentales es consecuencia directa de la política errónea implementada por las autoridades de esas naciones.
