Como ya hiciera ante el Granada en los cuartos de final, el Barcelona regaló a los aficionados otra noche épica y se clasificó para la final de su torneo fetiche, la Copa del Rey, tras remontar el 2-0 que el Sevilla llevaba de renta de la ida disputada en el Sánchez Pizjuan.

Un gol de Piqué en la última jugada del partido, después de que Ter Stegen atajara un penalti a Ocampos, llevó el encuentro a la prórroga, donde los azulgranas culminaron la remontada con un tanto de Braithwaite al inicio de la primera mitad.

Información de: EFE