Un incendio provocado por una cocina artesanal, fue la causa de muerte de los 14 venezolanos, entre ellos ocho niños, quienes quedaron atrapados dentro del humilde inmueble de madera y latas.
La tragedia que consternó el país, ocurrió el lunes 6 de noviembre, en la localidad de Coronel, en la región del Biobío, en Chile.
El fuego se propagó rápidamente por el tipo de construcción. Los vecinos no escucharon ni gritos ni pedidos de auxilio, por lo que no pudieron hacer nada para controlarlo. Al observar las llamas descontroladas intentaron usar sus mangueras y tarros con agua, pero fue insuficiente. Es una zona sin calles ni grifos, lo que dificultó en extremo el trabajo de las cinco compañías de Bomberos que llegaron al lugar para apagar las llamas.
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Medios chilenos informaron que las víctimas tenían menos de dos meses en la comuna, llevando a la familia a vivir en las dos viviendas del campamento informal, aquella que no estaba apta para habitar.
Por su parte, la ministra del Interior del Gobierno de Gabriel Boric, Carolina Tohá, manifestó la “gran consternación” con que Chile recibió esa tragedia. “Nuestros pensamientos están con las familias y amigos de las víctimas, así como con los vecinos en general de esa ciudad”, aseguró Tohá.
Con información de NAD
