El exministro de Transporte Terrestre y Obras Públicas, Haiman El Troudi, señaló que el combustible venezolano se vende a pérdidas, es decir por “debajo de sus costos de producción”.

En ese sentido, acotó que ningún otro país del mundo se acerca a esta realidad. “Arabia Saudita o Irán, dos gigantes energéticos, al igual que Venezuela, cobran un poco más de sus precios de producción”, dijo en un artículo publicado en su página web.

Haiman El Troudi

Al comparar la gasolina venezolana respecto a la de otras referencias mundiales se observa una inmensa diferencia de precios, por lo El Troudi apuntó que “el valor del combustible venezolano es casi inapreciable desde el punto de vista comercial: está por debajo de 0,015 dólares por litro, si se toma como base de cálculo la tasa oficial del tipo de cambio”.

“El precio promedio de la gasolina en Europa, de los más caros del mundo, oscila en 1,4 dólares/Lt.; con lo que se compra un litro de gasolina en Europa se pueden comprar 93 litros en Venezuela. Por lo que se paga un litro de gasolina en Asia, se pueden comprar 71 litros en Venezuela, ya que su precio promedio es 1,06 dólares/Lt. En Latinoamérica el promedio de precios de la gasolina ronda 1,04 $/Lt., lo que equivale a comprar 69 litros venezolanos. Mientras en Oriente Medio, gran productor de hidrocarburos que aplica políticas de subsidio, el precio promedio ronda los 0,48 $/Lt.; en Venezuela se pueden comprar 32 litros de gasolina con esa cantidad de dinero”, aseveró.

Destacó que de acuerdo a las especificaciones del fabricante, “el 31% del parque automotor venezolano requiere gasolina de 95 Octanos, mientras que 61% requiere gasolina de 91 Octanos para funcionar. Esto supondría que la gasolina de mayor venta debiera de ser la de 91 Octanos”.

No obstante, acotó que se ha popularizado la idea de que los vehículos, así no lo requieran para su correcto funcionamiento, “operan mejor con gasolina de mayor octanaje, de allí que se ha establecido un patrón de consumo de gasolina absolutamente distorsionado que sitúa en un 64% la venta de 95 Octanos contra un 28% de gasolina de 91 Octanos. Todo lo contrario a lo que debe suceder”.

¿Cuál es el consumo global de combustible en Venezuela?

Haiman El Troudi

El Troudi indicó que el país consume poco más de medio millón de barriles por día de combustible: gasolina 283 MBD y diésel 232 MBD.

“El consumo de diésel para diferentes propósitos en Venezuela, por el orden de los 232 Mil Barriles por Día, se distribuye como sigue: 60 MBD de diésel en transporte público y de carga, y los restantes 172 MBD en termoeléctricas, otros usos industriales, aviación, etc. Como quiera que se requieren 2,2 litros de petróleo para producir un litro de gasolina, y un barril de petróleo equivale a 159 litros, en consecuencia, Venezuela destina más de un millón de barriles de petróleo para satisfacer la demanda de su mercado interno”, dijo.

Resaltó que el bajo costo de los combustibles ha generado que Venezuela sea el país de mayor consumo energético per cápita en Latinoamérica, con un promedio de 300 litros/mes por cada vehículo.

“El 53% del parque automotor venezolano tiene una antigüedad de más de 10 años, lo que incrementa el consumo en 4.000.000 litros/día”, señaló.

El subsidio de los combustibles

Haiman El Troudi

El exministro manifestó que el subsidio a los combustibles en Venezuela asciende en cifras redondas a 12 mil millones de dólares, por lo que considera que son “divisas que deja de percibir la Tesorería Nacional si se vendieran internacionalmente, los 515 mil barriles/día de combustible que se consumen internamente”.

“Si se precisa el dato con agudeza, se aprecia una evidente distorsión: el subsidio no beneficia a todos por igual. Tan solo el 20% de la población, que posee y se moviliza en vehículo particular, es receptora del 69% del subsidio, esto es, casi 9 mil millones de dólares por año”, expresó.

Asimismo, aseveró que la política de subsidio es necesaria tanto como justa, dada la carga histórica subyacente en los esquemas de precios del combustible, la condición de país productor con las mayores reservas de petróleo del mundo y por razones de igualdad y protección social. No obstante, agregó que “a la luz del incontrovertible dato de incongruencia en el sistema de distribución equitativa del subsidio, se patentiza la necesidad de realizar ajustes en aras de su mejoramiento”.

Distorsión en el equilibrio precio de producción, precio de venta

Haiman El Troudi

Haiman El Troudi indicó que en Venezuela, “el término ‘venta del combustible’ debería de reemplazarse por ‘regalo del combustible’”.

“La venta de carburantes al consumidor final ni remotamente se aproxima a sus costos de producción. PDVSA debe además erogar dinero para pagar los costos de distribución y comercialización de la gasolina en las estaciones de servicio, de lo contrario, éstas no podrían sostener sus operaciones. Darle una propina a la persona responsable del surtidor de combustible en las estaciones de servicio, en muchas ocasiones, equivale lo mismo e incluso más que el propio pago del combustible.

En ese orden de ideas, colocó un ejemplo de esta distorsión del precio de los carburantes en Venezuela: “Con lo que se paga al comprar una cerveza regular se pueden llenar los tanques a 4285 vehículos tipo sedán de 35 litros”.

El aumento de la gasolina y las propuestas

Haiman El Troudi

De ajustarse el precio del combustible equiparado a su costo de producción, El Troudi comentó que los costos por combustible seguirían ubicados muy por debajo del 1% de sus costos operativos.

“Si se aumenta el combustible, bastaría lo que paga por boleto un solo pasajero para llenar el tanque de cualquier unidad de transporte terrestre. En consecuencia, no habrían motivos para aumentar el valor del pasaje argumentando aumento de la gasolina. Eventualmente, otros factores como la carestía y altos costos de los repuestos, tendrían más peso a la hora de revisar demandas de adecuación de tarifa por parte del sector transporte”, sostuvo.

Sin embargo, aclaró que el debate se centra en cómo producir dichos ajustes, por lo que considera que la respuesta es nítida: fijar aumentos progresivos.

“Aumentos graduales que alcancen, al término de un año, el equilibrio entre el costo de producción y el precio de venta final del combustible. El precio de producción de un litro de gasolina ronda los 0,15 y 0,175 centavos de dólar. A valor de tipo de cambio oficial DICOM, se transarían las operaciones de venta de combustible en las estaciones de servicio con base a un esquema de adecuación escalonada del precio como el que se muestra debajo para fines didácticos y esquemáticos”, dijo.

De igual forma, destacó que se debe implementar un conjunto de medidas compensatorias al transporte público y a usuarios que acompañe el ajuste de los combustibles.

  • Automatización de pagos en las estaciones de gasolina, a fin de que las unidades de transporte público posean una tarifa diferenciada y mucho menor al resto del parque automotor, a fin de que no se generen presiones inflacionarias ni demandas de nuevos incrementos de tarifa.
  • Financiamiento de unidades, especialmente las que utilicen diésel y GNV, con una subvención de un 30% de la inicial del financiamiento.
  • Seguir avanzando en la incorporación de los transportistas al IVSS.
  • Instalación de GPS en toda la flota de transporte del país con monitoreo a través de Patria Segura.
  • Automatización general del cobro de pasaje, a través de una adecuación tecnológica del Carnet de la Patria o la adopción de una tarjeta de transporte homologable a todos los servicios de transporte del país. Una normativa técnica deberá guiar el proceso.