Activistas medioambientales y fuerzas de seguridad se enfrentan en Francia

Centenares de policías están desplegados desde esta madrugada en unos terrenos agrícolas cerca de la ciudad Nantes para expulsar a unas decenas de activistas que los ocupan desde hace años y desmantelar los campamentos donde viven. Las fuerzas del orden y los activistas se han enfrentado durante el intento de evacuación de una zona donde debía construirse un aeropuerto, proyecto al que el Gobierno francés renunció el pasado enero. Entonces el primer ministro, Édouard Philippe, ya anunció que pese a esta decisión los ocupantes sería desalojados en primavera.

La intervención comenzó con cortes en la D-281, también conocida como la carretera de las chicanes, que cruza los campos y bosques de Notre-Dame-des-Landes. La carretera, obstaculizada por coches abandonados, cabañas de madera y bloques de piedra, se convirtió en un símbolo de los zadistas, neologismo derivado de la ZAD, acrónimo de zona a defender.

Comenzaron las expulsiones, según un comunicado del Ministerio del Interior. La fuerza de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y recibieron proyectiles y cócteles molotov, informa la agencia France Presse. Un policía resultó herido en el ojo, sin gravedad. La prefecta de la región de País del Loira, Nicole Klein, dijo en una rueda de prensa que diez construcciones habían sido desmanteladas y ocho personas expulsadas. Una persona que lanzaba un cóctel molotov fue detenida. La operación debe continuar el martes. “El modo no cambiará: expulsión, demolición”, dijo Klein. En total deben desplegarse 2.500 policías.

Los llamados zadistas una mezcla de ecologistas, anarquistas y otros movimientos contraculturales lograron impedir, con una ocupación que empezó en 2009, la construcción del aeropuerto que debía mejorar las conexiones del Oeste francés con el resto del mundo. Pero muchos consideraban que, pese a esta victoria, su lucha iba más allá, y consistía en la creación de un espacio autónomo, fuera del control del Estado, donde pudieran ensayarse formas alternativas de vida. Las autoridades cedieron al aparcar el proyecto de aeropuerto,  tras casi medio siglo de debates y aplazamientos, pero dejaron claro que expulsarían a quienes no hubiesen regularizado su situación presentando un proyecto agrícola.