Elecciones en Estados Unidos 2020: Venezuela vive los comicios de USA “como si fuera una elección propia”

Los políticos venezolanos viven las votaciones presidenciales en Estados Unidos “como si fuera una elección propia” debido a la influencia que tendrá el inquilino de la Casa Blanca en las estrategias futuras para zanjar la crisis del país suramericano, evalúan analistas.

El tono de la administración de Donald Trump, aspirante a la reelección frente a su rival demócrata y exvicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido determinante en la política venezolana durante los últimos dos años.

En enero de 2019, el gobierno estadounidense se convirtió en el primero en reconocer como presidente interino al opositor Juan Guaidó, electo como máximo representante del Parlamento.

El presidente republicano ha sido el principal valedor internacional de la oposición venezolana no solo en cuanto a relaciones diplomáticas, sino en lo operativo: ha autorizado el uso en el sistema financiero estadounidense de parte del dinero recuperado en operaciones anticorrupción para financiar gestiones del ejecutivo de Guaidó, entre ellas bonificaciones al personal sanitario y compras de artículos médicos para combatir la pandemia.

La Casa Blanca, asimismo, ha respaldado las acusaciones penales por presunto lavado de activos y narcotráfico, e incluso la oferta de recompensas millonarias, en contra de Maduro y sus colaboradores en el Estado venezolano.

Su política de sanciones económicas contra el poder ejecutivo del mandatario de facto Nicolás Maduro, minaron particularmente la actividad petrolera y limitó sus gestiones financieras en la mayoría de los países del mundo desde 2017.

Ese nivel de influencia en la política venezolana despierta una “atención máxima” en los resultados de las elecciones que culminan este martes en Estados Unidos, observa el consultor político y abogado Luis David Benavides.

“Siempre en Venezuela hemos tenido mucha atención de lo que sucede en Estados Unidos, pero la atención de esta elección es máxima debido a la orfandad política que tenemos en el país. Es como si fuera una elección propia”, diagnostica en entrevista con la Voz de América.

Benavides apunta que, en años y elecciones estadounidenses anteriores, Venezuela tenía mecanismos democráticos para solventar sus asuntos internos, pero, a medida que el chavismo los cerró en plena efervescencia de la crisis del país, aumentó la influencia de actores extranjeros como Estados Unidos.

Sanciones y lobby político

La oposición venezolana encara una encrucijada: decidió no participar en las elecciones parlamentarias de diciembre próximo por considerar que el madurismo ha convocado una votación fraudulenta, mientras sus líderes planifican los pasos a seguir luego del 5 de enero de 2021, cuando se vence el plazo constitucional de la actual Asamblea Nacional, electa en 2015.

Benavides explica que un eventual triunfo de Biden podría entenderse erróneamente como un beneficio para el gobierno de Maduro.

“El gobierno de Maduro necesita tener en la Casa Blanca un cambio de política. Necesita un interlocutor con el cual discutir la flexibilización de sanciones y el acceso a mercados internacionales para financiamientos”, explica.

La reelección de Trump ratificaría la “mano dura” contra el madurismo y la nulidad de interlocuciones formales con el Palacio de Miraflores, interpreta.

María del Pilar García Guadilla, politóloga de la Universidad Simón Bolívar, estima que Biden representa una política distinta a los “errores fundamentales” de Trump en cuanto a alineación de posturas sobre Venezuela con la Unión Europea y los “elevados costos sociales y humanitarios” de las sanciones.

Trump y Biden representan dos visiones diferentes sobre la posibilidad de diálogos políticos en Venezuela, el reconocimiento del estatus temporal a los venezolanos indocumentados en Estados Unidos y, en esencia, acciones “positivas, no reactivas”, reflexiona en entrevista con la VOA.

“Toda medida democrática y multilateral que no contribuya a empeorar la situación de los venezolanos es aceptable. Medidas unilaterales, antidemocráticas, impuestas por la fuerza, tipo invasión o similares, serían inaceptables” tras el triunfo de cualquiera de los dos candidatos, concluye.

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