Venezuela inicia el viernes otra serie atípica en el Grupo I de la Copa Davis. Condenada a ser visitante, porque la Federación Internacional de Tenis, mantiene un veto sobre nuestro país, alegando razones de seguridad, el equipo capitaneado por Maurice Ruah viajó a Auckland para medirse a Nueva Zelanda en un duelo por la permanencia en este zona del torneo mundial.
En lugar de los cinco jugadores habituales, Ruah solo contará con tres mosqueteros: Jordi Muñoz, Brandon Pérez y Luis David Martínez, porque otros jugadores alegaron diversos motivos para rechazar la convocatoria.
“Christofer Goncalves había aceptado jugar pero se lesionó el tobillo; el juvenil Lorenzo Claverie está enfocado en competir en Roland Garros y su padre Carlos Claverie está trabajando en mejorar aspectos técnicos de sus golpes; y Ricardo Rodríguez también fue convocado, pero el tiene un descontento grande con la Federación Venezolana de Tenis y no quiso participar”, enumeró Ruah, uno de los doblista más prolíficos de Venezuela en la historia de la Davis. Los partidos estaban pautados en principio para jugarse en Miami, pero la FVI solicitó a Nueva Zelanda que organizara la serie por razones económicas. “El dinero que debíamos recibir está bloqueado y no contábamos con el dinero para contratar y reservar las canchas en Miami”, recalcó Ruah desde Nueva Zelanda.
Pese a la diferencia horaria y a la localía de Nueva Zelanda, el capitán de Venezuela confía en superar las desventajas logísticas y deportivas, como la pareja de doblistas de los kiwis integrada por Marcus Daniell y Artem Sitak que se encuentra entre los mejores 70 del ranking mundial. “La clave será ganar los dos singles el primer día. Nueva Zelanda es favorita, pero daremos lo mejor para ganar esta serie”.
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