Los precios suben cada 24 horas. Luego de las medidas económicas anunciadas por el ocupante de Miraflores, Nicolás Maduro, el pasado lunes 14 de enero (aumentó el sueldo de 4.500 a 18 mil soberanos) los comerciantes en el estado han decidido remarcar diariamente sus precios, pues tienen miedo a descapitalizarse.
“Lo que estamos viviendo es una locura total. Ayer fui a comprar huevos por unidad y me dijeron que en 250 soberanos y hoy amaneció en 300. Los comerciantes escuchan el rumor de que algo está a tal precio y automáticamente ajustan”, critica Ismary González, ama de casa residenciada en Las Casitas.
La señora denuncia que en estos momentos hay un descontrol total con los precios pues nadie sabe a ciencia cierta cuánto valen las cosas en las calles. “Todo el mundo quiere hacer su agosto en enero y eso es algo que las autoridades no deben permitir”, dice.
Una muestra de la especulación denunciada por González es lo que se está viviendo en las calles con el queso o la carne que diariamente ven incrementado sus precios. A mediados de la semana pasada, por ejemplo, el queso estaba en 3 mil bolívares soberanos; sin embargo, este jueves el kilo era cotizado en 7 mil.
“Esto no pasa en ningún país del mundo. Hay productos que duplicaron o triplicaron su valor de la noche a la mañana”, opina Santiago Márquez, electricista que ve con asombro cómo una mantequilla ya cuesta 3 mil bolívares, 850 soberanos más de los que costaba el domingo 13 de enero.
“Las medidas económicas dispararon la inflación”, dice. Tan evidente son los remarcajes de precios que en la mayoría de comercios los productos están sin etiqueta. Cadenas como Hiperlíder, Garzón e incluso Farmatodo obligan a las personas a tener que ir a caja para conocer el coste de un articulo pues todo el inventario está siendo ajustado.
“Maduro dice una cosa y la gente hace otra. Lo primero que pidió el presidente fue mantener los precios, pero hoy vemos como todo está mucho más caro”, dice Jairo Carrasco al ser consultado.
Lo que más indigna a las personas es la postura silente que han adoptado las autoridades en el estado pues las fiscalizaciones brillan por su ausencia. “En el centro la mayoría de comercios están cerrados y todos tienen un papel en donde se lee claramente que están revisando el inventario. Lo que están haciendo es sobremarcando los precios”, sentencia.